Chicotazos

•Yoshio, otra vez Yoshio

Por Francisco Javier Flores V.

El 27 de mayo del 2021, con José Luis González Suástegui y una “morenita” al lado, al tiempo que hacía pública su inconformidad porque el partido Morena no lo designó candidato a la presidencia municipal de Acapulco, Yoshio Avila González se equivocó de fea manera en un aventurado pronóstico.

Bueno para el discurso, habilidad con la que ha mareado, ilusionado y literalmente engañado a muchos que han creído en sus dichos, el joven que apenas tres años atrás era un activo militante priísta, auguraba ese año “una derrota electoral contundente de Morena de cara a la alcaldía de Acapulco”, a la vez que públicamente anunció: “Yoshio Avila no votará por la candidata de Morena, Abelina López, en Acapulco”.

Acto seguido, llamó a lo que dijo que eran “decenas de miles de seguidores” suyos, a tampoco votar por la candidata de Morena, de quien insistía que iba a perder y que los resultados de la elección del 6 de junio de ese año le darían la razón.

Pues resulta que nade de eso pasó. Ni hubo derrota electoral contundente, sino al contrario, Abelina y Morena arrasaron nuevamente, como tres años antes lo había hecho Adela Román Ocampo, dejando muy lejos a su más cercano adversario y por tanto los resultados electorales no le dieron la razón. Y esas “decenas de miles” de seguidores que decía tener, simplemente se hicieron humo.

Lo que sí se vio, fue su traicionera deslealtad pues Yoshio y su pequeño equipo no solamente no votaron por Abelina, sino que abiertamente (consta en fotos y videos difundidos en redes sociales) se fueron a apoyar al candidato de la coalición PRI-PRD, Ricardo Taja Ramírez, a quien por cierto no le sirvieron las “decenas de miles” de seguidores que decía tener Yoshio Avila, pues su derrota fue estrepitosa.

Tres años después, el personaje de marras lo vuelve a hacer. Superado en el proceso interno no solamente por Abelina quien se registró para buscar la reelección, sino por los demás aspirantes en las encuestas (las reales, las que mandó a hacer la dirigencia de Morena, no las ordenadas por él, en las que obviamente al ser quien las pagaba tenía que salir arriba), nuevamente se rebela, echa pestes contra el partido que le dio entrada a su participación, y otra vez arremete contra Abelina, más agresivo con sus huestes en redes sociales, y a falta del mecenas que para su desgracia ya falleció, ahora temerariamente amenaza con registrar su candidatura por otro partido político, todo parece indicar que Movimiento Ciudadano, curiosamente hoy en manos de quienes en 2018 eran sus patrocinadores… en el PRI.

Quizá ahora ya no sean “decenas”, sino “cientos de miles” los seguidores que ande ofertando Yoshio Avila junto a su “estructura electoral”, vendiendo caro su amor; lo cierto es que a Héctor Astudillo, Angel Aguirre y Mario Moreno, los nuevos dueños de la franquicia de MC en Guerrero, el joven Yoshio no los engaña. Viejos lobos de mar, aprovecharán para capitalizar el descontento que anda generando el frustrado aspirante de Morena para atraer a los grupos de inconformes (como las huestes de Adela Román Ocampo que ya andan navegando en esas aguas) y subir la votación de ese partido para agenciarse diputaciones plurinominales, regidurías y alguna que otra alcaldía (no la de Acapulco) y diputación uninominal. Ah, y que el candidato al Senado logre ese ansiado segundo lugar que le asegure el escaño en la Cámara Alta.

A Yoshio, después del 2 de junio, sólo le quedará el sueño que trae, José Luis González Suástegui al lado y la “morenita” que no se le despega. Vale.

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