El Voyerista

• ¿Éramos muchos y parió la abuela?

Por Alfredo Guzmán

Con un escenario descompuesto y en condición de crecer y ser más explosivo, la visita del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador al estado de Guerrero era elocuentemente un aliento para la actual gobernante Evelyn Cecia Salgado Pineda, pero las condiciones reales, indican que se va y deja las cosas peor, solo deja promesas, sin concretar nada, porque no tiene nada qué ofrecer.
Lo ocurrido en la caseta de Palo Blanco, donde estudiantes de Ayotzinapa lanzaron un tráiler contra gendarmes de la Guardia Nacional; la retención por más de 8 horas de militares de la misma corporación, acompañados de personal de seguridad pública y de la Fiscalía, junto a Ministerios públicos, en Quechultenango y el incendio de unos 50 puestos en un mercado de Acapulco y si le sumamos el motín en el penal de Acapulco, de la madrugada de hoy, simplemente podemos establecer que hay algo que no cuadra y se respiran elementos de ingobernabilidad.
Mientras que Félix Salgado Macedonio, anda de fiesta y en campaña, generando inestabilidad a su hija, luego de que es como si un ex candidato o ex gobernante, anduviera gritando que no hay gobierno y que él es quien debiera estar ahí, sin decirlo.
No hay nada que festejar. Solicitar la ratificación de un político como el presidente de México, indica que se encuentra débil y hay que apoyarlo, para que no se caiga. Y en eso andan los Senadores, Diputados y Gobernadores de Morena.
Que el presidente Andrés Manuel, anuncie públicamente una inversión de mil millones de pesos para la “construcción de 221 kilómetros de caminos artesanales” para 23 municipios. Es importante.
Que venga a apapachar a la gobernadora, luego de que su padre la abandona a su suerte y anda en campaña, es elocuente. Que le diga que “No está sola”, “es una gobernante de primera” y le dé palmaditas en la espalda y abrazos, no hace más que hacer patético el momento, en vez de establecer elementos de real apoyo. No hay presupuesto y Guerrero, no es prioridad, como si lo es el Sureste.
El anuncio inicialmente fue realizado hace un mes y se cacareó que eran 2,100 millones. Hoy sólo mil. Pero lo extienden a 3 años, mil anuales.
El problema es que no existen recursos para ese plan. No hay nada en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), que lo sustente.
El presidente aclaró, que serían recursos que deberán ser ajustados del presupuesto que se tiene para reparación de carreteras y que con la venia de varias constructoras, se descontarían de ahí y de esa forma llegarían los recursos a la Montaña de Guerrero.
Es decir, no hay un mecanismo, para que se concrete eso. ¿Hacienda no pagará un porcentaje, descontará de las partidas para reparación de carreteras, será un “diezmo” que entregarán las constructoras, o qué, cómo y de qué forma?
El acuerdo del que habla el Presidente es un cochupo real.
No existen tiempos para lograr la “bolsa” que se anuncia. Ni criterios para que se concrete. No se establecen elementos para que el recurso se haga efectivo y las constructoras hagan su papel de construir 221 km de carretera.
En caso de lograrse, serían 43 millones para cada uno de los municipios. Que no se tienen, que no se sabe de dónde saldrán y si será posible hacerlo realidad. Eso alcanzaría para rastrillear, unos 50 kilómetros y tirar un poco de revestimiento, con asfalto. No más. Y quizá ni alcance para ello.
Muchos anuncios, en realidad, nada qué festejar.
Firmas de compromisos, que se suceden a diario, pero nada tangible, nada real, sólo ficción.
El presidente establece que serán carreteras pavimentadas. Luego ya dicen que son carreteras artesanales, que serán los campesinos, como en Oaxaca, donde ya se aplicó el programa y funcionó. Allá, hay tequio, aquí mezquindad y miseria. Y las obras se las llevan las lluvias.
Lo cierto, es que no hay dinero, no hay proyecto carretero y los munícipes empezarán a sentir la presión de los campesinos, que suponen que pueden hacer uso de ese dinero, que no existe.
El anuncio, que falta se concrete, pero que no lo hará el gobierno, sino Televisa, es que se hará un Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) en Tlapa.
Un gobierno federal en ruina, creciendo la deuda externa, sin crecimiento en nada, sólo en pobres, y en programas electorales, que castiga a quienes lo critican y no convoca a cerrar filas, para evitar crisis mayores. Sin proyecto, con ocurrencias y peleado con todos.
Disculpas por el pesimismo, pero si hay algún ingeniero, constructor o empresario que refute mis datos, ofrezco disculpas y dejo de escribir un mes.
Abrazos y no balazos.

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