• Abelina, errores que alarman
Por Francisco Javier Flores V.
Todos podemos equivocarnos, nadie está exento, ni siquiera quienes se precian de ser los más inteligentes, los más estudiados, o quienes creen saberlo todo.
Y también de vez en cuando se puede cometer un resbalón, algún desliz o errar cuando las circunstancias de la vida nos juegan una mala pasada. Y es así como va uno aprendiendo, se madura.
Somos humanos y de humanos es errar, lo reza el dicho popular, sobre todo cuando se trata de gente común y corriente, como usted y yo.
El asunto se torna inquietante cuando quien se equivoca, comete errores o tiene algún desliz, no es un simple mortal, sino alguien que tiene una responsabilidad pública, pero toma visos de preocupación y hasta de alarma, cuando esas fallas se vuelven consuetudinarias, una tras otra, como diría el clásico.
Es el caso de la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, cuyo historial de errores garrafales, exabruptos y dislates verbales no tiene ni caso mencionar aquí, pues se encuentran bien contabilizados en la opinión pública acapulqueña (de hecho de todo Guerrero, el país y allende nuestras fronteras), en la que ha permeado la coincidencia casi generalizada –salvo dos que tres bien querientes- de que el cargo le quedó demasiado grande.
Y es que, en efecto, es preocupante y causa alarma que alguien con tan deficiente razonamiento esté a cargo de las políticas públicas del municipio más importante de Guerrero, del principal destino turístico de nuestro país, con más de un millón de habitantes que más allá de servicios públicos elementales eficientes, que no los hay, anhelan una mejor calidad de vida que solo lograrán con mejores oportunidades de desarrollo, que tampoco se ven por ningún lado.
La falta de una visión de estado, planeación, estrategia, de una mentalidad a lo grande, pues, es algo que en estos cuatro meses de gobierno municipal han quedado más que evidentes. Es obvio que la alcaldesa no sabe cómo hacerle, no puede, no quiere, tal vez no la dejen o la mal asesoran.
Porque luego de su último dislate con el tema del tráiler de Soriana que debe seguir siendo vergonzoso para los profesionales del Derecho y que se volvió tendencia en redes sociales y medios de comunicación de todo el país, fue hasta cínico que publicara en su cuenta de twitter el comentario: “Ahora que tenemos su atención y somos tendencia: Visiten Acapulco, el destino turístico más bello del mundo”.
¿Qué quiso decir con esto? ¿Acaso esa burrada, como la calificó el periodista Joaquín López Dóriga, fue adrede, una brillante idea para promover nuestro destino turístico? Nada más falta que anuncie la próxima apertura de un museo o galería donde se exhiban sus múltiples metidas de pata como un atractivo más. No vaya siendo y aproveche a la vendimia de la Guelaguetza instalada ahí por el Paseo del Pescador, en playa Manzanillo, no creo que le nieguen un espacio. Vale.