- El PRI, ¿en manos de caciques?
- Beatriz Mojica: que las mujeres decidan sobre su propio cuerpo
Por Roberto Santos
El PRI está en crisis y si no lo creen, pronto la palabra revolucionario podrá ser erradicado para que su nombre cambie a Partido Sumiso Institucionalizado.
Eso es lo que el PRI va a ser si es que su militancia permite que sean los neocaciques los que se apoderen de los residuos de este instituto político.
Los neocaciques son aquellos que en la anterior elección simularon apoyar a su candidato a gobernador, pero solo maniobraron y negociaron para que sus hijos “ganaran” un espacio de representación popular.
Ni la militancia ni los candidatos perdedores se tragan el cuento de que todos perdieron y solo ganaron los júniors, cuya carrera partidista es desconocida –y mal vista– por los demás priistas, a excepción de sus progenitores.
Los priistas dicen que no hay mejor muestra de traición de la cúpula, que solo sus hijos ganaron y los demás perdieron.
Es decir, parece que paralelo a la traición, negociaron para que su estirpe se mantuviera viva, activa, ante los cambios de partido en la entidad. No pensaron en lo demás, solo en sus hijos, la nueva estirpe priista, jamás Revolucionara.
Por eso a la militancia les parece abusivo que ahora pretenda de manera ruda seguir administrado lo que del PRI queda y le cierren el paso a Mario Moreno que debería ser el líder estatal de manera natural.
Como un abuso consideran algunos líderes locales el hecho que después de haber traicionado a su partido, ahora pretendan usurpar lo que queda de él para seguir las carreras políticas en pos de senadurías y diputaciones.
Son quienes siguen a pie juntillas las enseñanzas de que se puede ganar perdiendo, sin consideración por los demás.
Son aquellos que hacen del egoísmo su forma de vida.
Que hacen política para beneficio de sí mismo, de su parentela y ciertos amigos.
A estas alturas la base tendrá que decidir qué quieren para su partido, y son dos las opciones: que los iluminados egoístas que pugnan por fortalecer sus carreras y las de sus hijos –y una que otra amante– o darle el espacio a quien encabezó la candidatura del PRI y PRD.
El candidato Mario Moreno se la jugó con otros aspirantes mientras otros líderes negociaban para dejarlo solo y traicionarlo, y operaban para proyectar una camada de nuevos júniors, como una clase política que va a ocupar las cargos futuros en el PRI y de representación popular.
Una clase política sumisa al grupo de poder actual, igual que lo hacen sus padres, con un pie fuera del PRI y en busca de beneficios personales.
Es momento coyuntural para una ruptura en el PRI.
No es descabellado que el PRI se acerque a una ruptura estatal, pues si a Mario Moreno le impiden llegar a la dirigencia, es posible que busque espacios fuera de su partido con quienes le quieran acompañar y deje que los otros terminen con lo que del tricolor queda.
Para que la militancia crezca en optimismo, este día circularon fotos donde Alejandro Bravo, candidato de los caciques priistas, se reúne con el presidente del PRD y con Ángel Aguirre Rivero, solo para mostrar el tipo de alianzas que están construyendo.
Es el colmo que Ángel Aguirre mande en el PRD y ahora meta la mano en el nombramiento del dirigente del PRI.
BETY MOJICA POR INTERRUPCIÓN DE ABORTO
Si hay alguien que muestra congruencia con su labor legislativa es Bety Mojica, quien defiende claramente su disposición a defender la vida de las mujeres, su derecho a decidir sobre su cuerpo, aunque en lo personal está en contra del aborto, asegura que no se les puede negar a las mujeres el derecho a decidir sobre su cuerpo, y pidió que las y los legisladores pongan el derecho de las mayorías por encima de sus creencias personales.
En entrevista radiofónica señaló que apoya la iniciativa para despenalizar la interrupción legal del embarazo dentro de las primeras 12 semanas de gestación, que presentó junto a sus compañeras Gloria Citlali Calixto Jiménez y Nora Yanek Velázquez Martínez, las tres de Morena.
Se trata de que los Congresos locales armonicen la disposición de la Suprema Corte de Justicia para que garanticen el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y nadie más lo haga por ellas.
Mojica recordó de la existencia de la norma, la NOM-046, que permite a las mujeres abortar cuando son violadas o tienen problemas de salud, disposición que no se ha cumplido en las unidades de salud, y contrario a ello, hay mujeres que han sido encarceladas por embarazos interrumpidos espontáneamente.
Por eso es necesario armonizar la legislación y señaló que más allá de las creencias religiosas los legisladores deben pensar en las mayorías, que son las mujeres y en los grupos vulnerables.