• Negociar o no, con grupos delictivos
• Con 80 por ciento la ocupación hotelera en Guerrero
Por Roberto Santos
Resulta curiosa la insistencia del obispo Salvador Rangel de sacar de la clandestinidad a esos poderes que Norberto Bobbio llama “invisibles”, donde estarían aquellos que buscan contrarrestar y minar al Estado, como son las bandas criminales, sectas políticas, grupos terroristas, bandas de extorsionadores, bandas de secuestradores, que golpean duramente a los negocios legales establecidos, y a la población con los secuestros y la envenenan con drogas.
Es cierto que las instituciones del Estado dejan mucho que desear por sus escasas acciones para contener el avance de esos peligrosos grupos en el ámbito geográfico y que cada vez consiguen controlar pueblos enteros.
¿Pero será esa la mejor solución, la que propone el obispo, de darles un estatus legal para negociar con esas empresas y acuerden una paz criminal para una perfecta cohabitación entre éstas y el gobierno de Evelyn Salgado?
En un estado democrático y de instituciones eso no debería ser planteado ni de broma.
Aunque como bien lo señaló el pensador italiano Norberto Bobbio –en su obra “Democracia y secreto”– en la democracia existe un Estado doble: uno democrático y otro autocrático.
El primero se refiere “al poder político puro”, y el segundo tipo de poder existe como un “poder oculto”.
El segundo lleva a la desestabilización y corrupción de las instituciones con la actuación de los servidores públicos, que puede llevar a la desconfianza ciudadana.
Y en este se pueden ubicar aquellas instituciones que realizan acciones como un mal necesario, como secretos Estado, operaciones ocultas, que en una democracia deberían ser controladas por el gobierno y transparentadas a los ojos de los ciudadanos.
Por lo tanto un gobierno democrático como el nuestro está obligado a revelar sus decisiones y no mantenerlas en secreto.
Veremos si triunfa la maquiavélica postura del obispo, de que el fin justifica los medios, o la postura de rechazo a esta propuesta por parte de la gobernadora.
No es excusa que 30 organizaciones pidan que Evelyn dialogue con los grupos criminales para pacificar el estado.
Cuál irá a ser el camino, el del poder transparente o el de poder oculto, “invisible”, que se sitúa sobre el interés de la población.
Dice Bobbio que “la opacidad del poder es la negación de la democracia.”
UN ÉXITO LA OCUPACIÓN HOTELERA en los puntos turísticos del estado de Guerrero. Informa el gobierno del estado que la ocupación ha estado en el 80 por ciento y que se han respetado los aforos permitidos.
Asimismo, señala que se han respetado los protocolos sanitarios ante la pandemia del COVID-19.
“Los representantes hoteleros, presidentes de cámaras empresariales, centros de consumo están acatando las medidas y están respetando los aforos lo cual nos tiene muy contentos porque nos permite tener una reactivación económica adecuada pero además tener en cuenta y siempre presente el sistema de salud”, declaró el Secretario de Turismo en Guerrero.
En unos días veremos si ese respeto fue tal que impedirá contagios de Covid-19, o tendremos que lamentar abrir en su totalidad las playas de los puertos guerrerenses.