• Periodismo y mesura
Por Francisco Javier Flores V.
No vamos a ir muy lejos. ¿Alguien no recuerda el trato despótico y discriminatorio hacia algunos sectores de la prensa por parte de la Dirección General de Comunicación Social en la pasada administración del gobierno estatal?
Aclaro, sólo hacia algunos sectores, incómodos para los fines de quien por todo el sexenio ocupó la titularidad de esa dependencia, y para la que no fue gratuito el mote que le fue impuesto por los mismos compañeros periodistas y celebrado incluso por algunos funcionarios estatales que no avalaban su comportamiento. No mencionaré el apodo por respeto y tratarse de una dama, pero tiene que ver con las celebraciones del Día de Muertos.
A más de uno nos fue impedido el acceso a eventos oficiales, sólo por el hecho de no estar en las preferencias de la entonces directora. Ya no digamos pretender entrevistar al gobernante en turno. Era poco menos que imposible. Eso fue algo sistemático y se prolongó durante todo el sexenio.
Tampoco me voy a remontar a mucho tiempo. Hace alrededor de un mes, asistimos a un evento público a la comunidad de Buena Vista de la Salud, en donde con toda libertad y buena disposición de la mandataria se pudo entrevistar a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda sobre diversos temas.
Hace unos días, durante un encuentro con medios de comunicación en Casa Guerrero, la propia Evelyn recorrió mesa por mesa, saludando a cada uno de los asistentes acompañada del actual director de Comunicación Social, René Posselt Aguirre, quien se los iba presentando, dando muestra de conocer o al menos tener ubicados a la gran mayoría.
En esa misma oportunidad la mandataria emitió un mensaje donde no solamente refrendó su respeto irrestricto a la libertad de expresión y el derecho a la información, sino estableció el compromiso de no aplicar una política de represión a los medios, algo que fue reconocido por tirios y troyanos.
Por ello, pretender por un solo incidente ocurrido hace un par de días con una compañera reportera –cuyo trabajo merece todo el respeto y reconocimiento-, estigmatizar un gobierno que viene prácticamente empezando, no me parece lo más correcto.
Máxime que lo que sí es conocido, es la apertura que siempre ha mostrado la gobernadora hacia los medios de comunicación, al grado de que ella misma con toda diligencia indicó a la reportera de El Sur que le solicitaba una entrevista, que iba sobre el tiempo a atender un compromiso, pero que regresaba.
He participado en infinidad de manifestaciones de protesta por agresiones a compañeros periodistas; yo mismo he sido objeto de ultrajes y amenazas por mi trabajo periodístico, y siempre estaré dispuesto a salir en defensa del derecho que todos tenemos de ejercer con todas las garantías éste que el gran Gabriel García Márquez consideró como el mejor oficio del mundo.
Sin embargo, en estos días de recogimiento y cuando se hacen votos porque a todos nos vaya mejor en el año venidero, bien cabría tomar las cosas con mesura y sin apasionamientos desbordados. Vale.