Parejas sentimentales, 80 por ciento de agresores de mujeres: María Iris Saguilán

  • Para desaparecer la violencia hacia las féminas “no es magia lo que vamos a usar, sino trabajo”, advierte la directora de Investigaciones Jurídicas de Género del Instituto Municipal de la Mujer en Acapulco

ACAPULCO, Gro., 23 de noviembre del 2021.- La violencia física y psicológica hacia las mujeres siguen siendo un grave problema en Acapulco, al ser las que más prevalecen, por encima de la violencia laboral, económica o de otro tipo, reveló la directora de Investigaciones Jurídicas de Género del Instituto Municipal de la Mujer (IMMujer), María Iris Saguilán Bibiano.

Lo más lamentable, dijo la funcionaria, es que de acuerdo a las estadísticas, el 80 por ciento de los agresores son las parejas sentimentales de las víctimas, lo que hace aún más difícil los casos, “porque viven con ellos, son sus proveedores económicos, y ellas se ven sujetas a aguantar ese núcleo de violencia para no quedarse desamparadas económicamente o dejar desamparados a sus hijos”.

Al respecto, urgió en la necesidad de que se reactive el albergue temporal para mujeres víctimas de violencia, que prácticamente ha permanecido cerrado desde hace cerca de dos años, a causa de la pandemia del Covid-19, además de que se está buscando que ese refugio pase a depender del IMMujer y ya no de la Secretaría de Seguridad Pública, con lo cual se evitaría la tramitología y burocratismo en casos que deben ser atendidos con la mayor celeridad.

“La finalidad es que ellas puedan tener un lugar dónde resguardarse de la agresión que están sufriendo, cuando ellas se arman de valor para poder cortar con esa dependencia, salen huyendo, esa es la palabra, porque así pasa, vienen al Instituto, se les da la asesoría y no quieren regresar, entonces ¿dónde podemos apoyarlas? Pues precisamente teniendo un albergue donde podamos redirigirlas en esa situación, ya que algunas quedan en la calle y se ven en la necesidad a veces hasta de andar de un lugar a otro con tal de salvaguardar su integridad, porque no tienen un lugar dónde estar seguras”, explicó.

Entrevistada en sus oficinas ubicadas en el segundo piso del edificio Arely, calle Vasco Núñez de Balboa (justo atrás de la tienda Soriana Costera), en el cubículo que comparte con la asesora jurídica de esa Dirección, Rosa Mirta Hernández Nava, Iris Saguilán destacó una serie de proyectos que tienen en esa dependencia, sobre todo que el instituto deje de ser un elefante blanco y sea un verdadero espacio de atención a las mujeres acapulqueñas, para lo cual, dijo, es necesario agilizar la firma de convenios interinstitucionales con los otros dos órdenes de gobierno, el estatal y federal, a fin de ofrecer una respuesta integral a las usuarias.

  • ¿Qué pasa cuando estas intenciones chocan, por ejemplo, con la falta de recursos, de herramientas adecuadas o de infraestructura?
  • Efectivamente, por eso le decía que se tienen que hacer esos convenios, porque tenemos que obligar al gobierno a que exista presupuesto en cada institución, en cada Dirección debe haber una Unidad de Atención contra la Violencia de Género; debe de haber un presupuesto para el Instituto que verdaderamente nos permita hacer más, dar una mejor respuesta.

Agregó que, por ejemplo, a esas oficinas llegan usuarias “a veces hasta descalzas, porque se salieron de su casa huyendo y no traen nada en el estómago. ¿Qué podemos hacer ahí? Redirigirlas al albergue y en caso de no tenerlo, porque por el momento no se tiene, vamos a echar mano del DIF, que es una institución precisamente para ese sector vulnerable, entonces ahí podemos ofrecerle un plato de comida, asistencia social, médica; echar mano de lo que se pueda, hay instituciones que están para eso y que duplican funciones con otras tantas, pero que realmente se puedan coordinar con nosotros para trabajar de la mano”.

Dijo que cuando a la dependencia llega una mujer violentada físicamente, lo que se hace inmediatamente es salvaguardar su integridad, se envía a una valoración médica “para que nos digan si no está corriendo peligro su vida, y de ahí llevarla a que levante su denuncia, a que se siga el proceso jurídico correspondiente, para que se busque y se castigue al responsable de esa agresión”.

  • Parecerá algo trillado pero ¿qué le diría usted a las víctimas que se resisten a proceder, a salir de ese círculo de violencia; cómo darles esa confianza?
  • Decirles que tienen, sobre todas las cosas, que salvaguardar su integridad; lo material lo podemos recuperar, pero tenemos que salvar nuestra vida, si tenemos hijos también la integridad de ellos. Que sepan que hay instituciones que las respaldan y que nosotros estamos más que dispuestas a apoyarlas para que se les dé el seguimiento y el apoyo correspondiente; que no están solas, que para eso está el IMMujer, y que el área jurídica se compromete a trabajar de la mano con ellas; que tienen que empoderarse emocionalmente, nadie merece vivir bajo el yugo de la violencia, no es sano para nadie.

Para concluir, la funcionaria municipal hizo una reflexión: “Como mujeres tenemos aún mucho camino que recorrer; gracias al esfuerzo de muchísimas mujeres hemos logrado que se nos consideren todos nuestros derechos, que haya paridad de género en todas las instituciones públicas; entonces, vamos poquito a poquito, de la mano, mujer con mujer. Tenemos que ser sensibles a las necesidades de tu compañera, de tu vecina, de tu amiga; ser solidarias con otras mujeres; tenemos que empezar por ahí, y yo les diría que se armen de valor y que cuenten con el IMMujer para que podamos acompañarlas en ese proceso”. Se pregunta: “¿De qué manera vamos a desaparecer esa violencia?” Y ella misma se responde: “Pues no es magia lo que vamos a usar, sino con trabajo y compromiso”.

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