• San Marcos: El sueño hecho realidad
Por Francisco Javier Flores V.
Hace alrededor de tres años y medio, en vísperas de rendir protesta al cargo, tuve la oportunidad de entrevistar, en mi calidad de modesto reportero, al entonces presidente municipal electo de San Marcos, Tomás Hernández Palma, en un breve espacio que gentilmente me concedió en un restaurante de Chilpancingo.
Entusiasmado y con ese ímpetu de todo aquel que anhela servir al municipio que lo vio nacer desde el cargo más honroso, el de alcalde, me contó parte de sus planes a desarrollar durante su administración, la mayoría de los cuales ha cumplido a cabalidad y lo cual fue sin duda razón importante para que sus paisanos le ratificaran la confianza y hoy ejerza un segundo periodo de gobierno vía la reelección.
Especial énfasis puso en esa charla sobre el sueño largamente anhelado de convertir a San Marcos en punta de lanza del desarrollo turístico de la Costa Chica, aprovechando las bellezas prodigadas por la madre naturaleza y, desde luego, la colindancia con el destino turístico por excelencia en Guerrero, el hermano mayor, cómo lo es Acapulco.
Hoy en día, ese proyecto ha dejado de ser un sueño para convertirse en una realidad. Con la construcción de la vía carretera que hará más fluida la comunicación hacia esa región y las inversiones que ya se encuentran en camino para la infraestructura y desarrollos inmobiliarios en lo que se le ha dado en llamar Riviera San Marcos, como resultado de las gestiones de Palma y el respaldo de diversos actores políticos y empresariales, se avecinan grandes cambios en beneficio de miles de familias que tendrán, de entrada, oportunidades de empleo e ingresos no sólo para los sanmarqueños, sino para los habitantes de muchos municipios más.
Lo que aquí se expone es sólo una muestra de que cuando se tiene la convicción de que las cosas se pueden lograr, sumando perseverancia, esfuerzo, incluso sacrificios, los resultados llegan, y en este caso, como bien lo dice el alcalde sanmarqueño, es el inicio de una gran realidad, la realidad de “hacer grande a la Costa Chica” de Guerrero. Vale.