El Voyerista

• ¿Peras al olmo en Acapulco?

Por Alfredo Guzmán

Fue muy rápido el evento donde la visión soberbia, prepotente y agresiva de una invasora de predios, convertida hoy en Presidenta municipal de Acapulco, chocó contra los medios, que le hacen ver que no es lo mismo ser borracha que cantinera.
No es el estilo, es la actitud. Es deseable que por el bien de Acapulco, se limen asperezas y haya un trato institucional a los medios como a la edila.
En efecto, gritar, reclamar, exigir y acusar, es mucho más fácil que construir, ordenar, planear y diseñar estrategias que hagan ver que se tiene proyecto y no sólo son ocurrencias.
Ahora que toca estar “del otro lado”, es importante situarse, y permitir que sean las ideas y no la corrupción, como aquello de comprar Ministerios públicos por 20 mil pesos, para resolver un problema legal.
Si hay buena voluntad, se caminará, sino, pues seguirán los encontronazos.
Entiendo que hay problemas graves, que deben tener respuestas duraderas y que permitan, trabajar por el bien del puerto y no es ocultando las cosas, como se resuelven. Es posible matizarlos, pero para eso debe ser la autoridad, quien establezca acciones que permitan avizorarlo.
Acapulco sin seguridad y sin agua, se muere. También debe estar limpio.
La seguridad, es un elemento que deberá ser un trabajo coordinado con la federación y el estado.
El agua, es un tema que entiendo ya tiene un diagnóstico. El desgaste de la infraestructura, es algo en que se deberá invertir y salvar. Los socavones, tienen que ver con fugas y obras mal realizadas. Las líneas, tienen daños y el equipo, requiere revisión.
No se puede pagar la deuda histórica, que asciende a más de 2 mil millones de pesos, pero sí se presta para tomar medidas, que apoyen la recuperación de la cartera, la negociación con los grandes deudores, la reparación de las bombas y las plantas tratadoras, tienen solución y hay que ir por su rescate.
Hay corrupción en Comisión de Agua Potable y Alcantarillado Municipal de Acapulco (CAPAMA) y es posible reducirla.
Observo el currículum, la experiencia, el conocimiento y la actitud del Licenciado Arturo Latabán López, quien además de tener Grado de Maestro en Administración Pública, estudia un Doctorado en el mismo tema, y ha pasado por instancias que le han permitido no sólo ver, sino conocer y actuar contra el abuso, el exceso y la corrupción en varias dependencias de gobierno estatal y federal.
Su paso como asesor en la Dirección de Administración y Finanzas de La Secretaría de Obras y Servicios de la Cd de México, en la Contraloría del estado de Guerrero, en la Auditoría General del estado, En la Secretaría de Educación Guerrero, donde se le recuerda por el plan de verificar las dobles plazas en el magisterio, universidades y dependencias de gobierno. Entre otras instancias.
El susodicho, ya fue auditor interno de Capama en el año 2003. Elemento que indica no ser un improvisado y cuenta con el aval de la actual edil y de varios ex gobernantes con los que ha laborado.
Con la mitad de la experiencia que muestra en sus documentos que presenta para postularse como Director General de Capama, el ahora Director Encargado, podría ser un funcionario, que al menos, no podrá ser engañado por acciones corruptas, que lamentablemente ocurren en todos lados de la política y de las dependencias de gobierno a nivel federal, estatal y municipal.
Es decir, entiendo que la edil Abelina López Rodriguez tiene un cuadro probado en grandes ligas y es posible que con su experiencia, actúe en favor de los ciudadanos de Acapulco y frene la corrupción que agobia a la dependencia.
Sólo tiene que ser aprobado por la instancia responsable de hacerlo y dejar de ser encargado, para con las de la ley, se empiecen a realizar las acciones que enderecen una nave que lamentablemente ha sido caja chica de muchos y enclave de corrupción donde el que no come tuercas, escupe balines.
El reto es complejo, grande y paradigmático, pues de observar la sociedad de Acapulco, que Capama se mueve con transparencia, honestidad, eficiencia y conocimiento de causa, podrá dar a las nuevas autoridades un voto de confianza, que permita caminar mejor a quienes dicen ser diferentes.
Y si eso da resultado, la Presidenta Municipal Abelina López Rodríguez, podrá dedicarse a realizar otras actividades propias de su investidura, que sin duda podrán empezar a establecer una imagen de eficiencia.

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