- Acapulco, gobernanza en riesgo
Por Francisco Javier Flores V.
El fantasma de un interinato ronda los pasillos del Ayuntamiento de Acapulco, aun cuando ni siquiera rinde protesta la nueva administración municipal.
Esta es una versión que cada vez cobra más fuerza entre analistas políticos serios y tiene su fundamento no solamente en la forma en que se están proyectando los nombramientos de los principales funcionarios que acompañarán en la difícil tarea de gobernar a la aún alcaldesa electa Abelina López Rodríguez, sino también en la actitud que ha asumido ella misma ante problemas muy sensibles que afectan a la ciudadanía.
A los casos ya ventilados en medios de comunicación de Angel Octavio Cisneros Flores y Luz María Meraza Radilla, quienes se perfilan para ocupar las secretarías de Finanzas y Administración y Desarrollo Urbano y Obras Públicas, respectivamente, donde se les señala de tener cuentas pendientes con la justicia por carpetas de investigación abiertas en su contra, se suma Gualberto Méndez Bautista, propuesto para la Dirección de Conservación y Mantenimiento, acusado penalmente por delitos contra el respeto a cadáveres y normas de inhumación o exhumación.
Gualberto, sin experiencia en la función pública más que haber sido delegado municipal de Paso Limonero, tiene abierta en la Fiscalía General del Estado la averiguación 12030290200095190221, iniciada por el área jurídica del actual gobierno municipal contra él y otros implicados en hechos ocurridos en el Cerro de la Campana, de la colonia La Gloria de esta ciudad.
Cualquier ciudadano que acuda a tramitar su carta de no antecedentes penales puede constatar que ni siquiera hace falta una carpeta de investigación, con una simple acta levantada en cualquier agencia del Ministerio Público es suficiente no solamente para que se le niegue el documento, sino que es retenido y si se descuida puesto tras las rejas mientras aclara su situación jurídica.
Si los aspirantes a funcionarios municipales obtuvieron su carta de antecedentes aún con carpetas de investigación en contra, habría que dilucidar cómo fue que lo lograron, no vaya a ser que “la corrupción del sistema” les haya orillado a desembolsar una “módica cantidad” y ya desde ahí pues comenzaríamos mal.
Para integrar el futuro gabinete municipal, se mencionan nombres como la jueza Irma Graciela Lee González para la Secretaría General; David Abarca Rodríguez a la Secretaría de Turismo; Eric Romero Morales a la Secretaría de Planeación y Desarrollo, quien llevaría en una de las direcciones de la dependencia a Francisco Alvarez, sin más mérito que ser hijo del zeferinista Carlos Alvarez Reyes; Leticia Lozano Zavala, muy, muy cercana desde hace muchos años a la presidenta electa, a la Secretaría de Desarrollo Social; Aniceto Leguízamo Dimas a la Dirección de Salud.
También están postulados Jesús Aguirre en Ecología; en el Instituto Municipal de la Mujer, Elizabeth Maya Paco; Alejandro Sotelo Urióstegui, a la Coordinación de Servicios Públicos Municipales, a quien le estalló el problema de la deficiente recolección de basura siendo director de Saneamiento Básico en la presente administración; para el DIF municipal, Fernando Solano; Dirección de la Juventud, Jesús Javeth Casarrubias, de los cuadros del Frente Progresista que comanda Eloy Cisneros Guillén.
Llama la atención el caso de Arturo Latabán López, ex Contralor estatal sin el perfil técnico que requiere un organismo para el que se perfila como director, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco, así como el licenciado en Ciencias Sociales y Económicas por la UNAM, Javier Alejandro Andalón Mendoza, de quien sólo se sabe que es hermano del ex presidente de la Canaco Acapulco, Salvador Andalón, asesinado la madrugada del 23 de agosto del 2003 por el rumbo de la ex Zona Roja de este puerto, perfilado a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
La seguridad, el agua potable y la recolección de basura, así como el manejo de las finanzas y la obra pública, son de las áreas prioritarias y en donde el gobierno municipal debe enfocar la mayor atención, y sin embargo con estos funcionarios las posibilidades de que sean eficientemente atendidas no son muy alentadoras, de ahí los análisis que apuntan a que el gobierno entrante podría colapsar a las primeras de cambio.
En el fondo, se apuesta al buen juicio de la alcaldesa para que pueda a tiempo darse cuenta de que Acapulco requiere de un equipo especializado y profesional, que le ayude a resolver los problemas, no a darles la vuelta o lo peor, a generarle más. Sin embargo, esta aspiración choca con la soberbia y falta de sensibilidad que ha asumido Abelina al advertir que, de entrada, no reconocerá los pendientes que de manera institucional le dejará su antecesora por servicios prestados al municipio, algo normal en cualquier relevo de gobierno.
Es de humanos rectificar, aún está a tiempo. Vale.