• Pésima Legislatura, por culpa de Morena
• Sus pleitos internos, entre las causas
De Julio Ayala Carlos
SI ALGO BUENO HIZO LA 62 LEGISLATURA LOCAL, la primera con mayoría de Morena, es la aprobación del decreto por el cual se crean cuatro nuevos municipios en el estado, con los que se llega a 85, ante el clamor de un gran número de guerrerenses. Y es que por más que se busca alguna otra acción de trascendencia y en favor de la población simplemente no la hay, de tal forma que hay coincidencia en que la Legislatura de referencia que concluyó este 31 de agosto, ha sido una de las peores de que se tenga memoria en el estado.
En efecto, con todo y que Morena llegó a tener mayoría simple en el Congreso, y de que al inicio de la 62 Legislatura se comprometieron a que “Juntos haremos historia”, al final de cuentas los diputados locales de ese partido pasaron los tres años sin pena ni gloria, aunque eso sí, con escándalos de corrupción, pleitos y división al interior de su propia fracción parlamentaria, lo que frenó el trabajo legislativo, pues al tener mayoría en prácticamente todas las comisiones, el resto de los grupos parlamentarios poco pudieron hacer para sacarlo adelante.
Hay que decirlo con todas sus letras. A pesar de que las fracciones parlamentarias del PRI y del PRD tenían experiencia legislativa entre sus diputados, entre ellos Héctor Apreza Patrón, Alicia Zamora Villalva y Muñoz Parra, así como Celestino Cesáreo Guzmán y Bernardo Ortega Jiménez, entren otros, se toparon de frente con la ignorancia y la inexperiencia de los representantes de Morena, primero con Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, y luego con Antonio Helguera Jiménez, Jesús Villanueva Vega y por último con Alfredo Sánchez Esquivel, quienes en vez de anteponer los intereses de los guerrerenses convirtieron el Congreso en una secta política.
Así, ante la falta de acuerdos entre los propios integrantes de Morena, y luego con los diputados priístas y perredistas, principalmente, los asuntos de gran interés del Congreso del estado se fueron quedando rezagados, como la aprobación de al menos cuatro municipios que finalmente fueron sacados en la última sesión de la 62 Legislatura, entre otros pendientes, como consecuencia, además, de la falta de compromiso y responsabilidad de los diputados morenistas.
Así las cosas, poco o nada podrá recordarse, en beneficio de los guerrerenses, de la primera Legislatura local con mayoría de diputados de Morena, salvo los casos de corrupción, como la desaparición de 50 millones de pesos que supuestamente el presidente de la Jucopo, Antonio Helguera, había ahorrado durante su periodo como tal. Nunca se supo el destino de estos recursos, pues la mayoría de diputados, rechazaron haberlos recibido.
“Traían hambre histórica. Traían hambre de dinero, de enriquecerse, pues si no era ahora, nunca más lo iban a hacer. Y es que muchos de los diputados de Morena, se sacaron la rifa del tigre, porque incluso llegaron al Congreso sin hacer campaña. Es como si la diputación les hubiera caído cielo. Hoy, después de cobrar cada mes 400 mil pesos, son los nuevos ricos del pueblo, y tanto que les gustó el dinero que casi todos quisieron reelegirse en el cargo”, dicen militantes de ese mismo partido, quienes se quejaron que nunca ayudaron al pueblo, pues cuando se les iba a ver, o se escondían o la secretaria los negaba, y menos aún volvieron a las comunidades donde en campaña prometieron de todo.
“Eso de que primero los pobres es puro cuento; igual que el presidente de México. Es puro rollo, y sin embargo, Morena volvió a ganar, incluso con candidatos que no hicieron campaña o nunca han ayudado al pueblo. Ellos, los de Morena, se han beneficiado de la inconformidad y del hartazgo que hay en la población por los gobiernos corruptos que hemos tenido. Sin embargo, ellos son iguales o peor; son iguales de bandidos”, me dice un dirigente del PRI.
En fin. Lo cierto es que de nueva cuenta Morena tiene mayoría en la nueva Legislatura del Congreso del estado, la 63, aunque menos que la que terminó este 31 de agosto. Y ciertamente, no parece tener cambios, pues ante la inexperiencia, a pesar de que algunos diputados de ese partido repiten en el cargo, hay quienes llegan al Poder Legislativo sin tener una idea clara de lo que es, y para lo que sirve. Creen que con el rollo callejero, mareador y fanático es suficiente para cambiar las cosas en un estado que requiere conocimiento, compromiso y trabajo.
Lo bueno es que en el PRD y el PRI hay experiencia y compromiso. Allí está por ejemplo Raymundo García Gutiérrez, Carlos Reyes Torres y Bernardo Ortega Jiménez, entre otros, así como Héctor Apreza Patrón, Alicia Zamora Villalva y Esteban Albarrán Mendoza, quienes podrían salvar el barco del Congreso. Claro, Morena tiene a Beatriz Mojica Morga y a José Efrén López Cortés, aunque parece difícil que los dejen encabezar la fracción parlamentaria de ese partido.
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