- No todos los aspirantes a la ASE con irregularidades
Por Roberto Santos
El tiempo se les acaba a los legisladores locales para nombrar a quien va a ser titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE).
Los aspirantes son varios.
Se dice que hasta 30 se registraron para concursar por ese importante espacio cuya función es la de auditar los recursos públicos en el estado.
Se espera que sea el próximo lunes o martes cuando sea desahogado este tema y salga humo blanco anunciando nuevo titular.
En las listas hay de todo, con filiaciones claras y otros que han tenido encargos de cierto nivel en los gobiernos, que por eso son descartables.
Los diputados que ya casi tienen un pie fuera del Congreso, se han entrampado en las negociaciones, porque todos quieren meter mano en la designación del que va a sustituir a Alfonso Damián Peralta, quien ya no pudo operar su reelección.
El pero es que si no lo logran, la próxima legislatura será la encargada de dar salida a este nombramiento.
La convocatoria emitida para tal fin, señala que los aspirantes no deben haber sido titulares de ninguna dependencia, entidad u organismo de la administración pública estatal o municipal.
Tampoco representante popular federal o estatal, titular de algún órgano constitucional autónomo, magistrado del Poder Judicial, consejero de la Judicatura o titular de cualquier entidad fiscalizable, durante dos años previos a su designación.
Lo mismo excluye a los exdirigentes de algún partido político, o a quienes hayan sido postulados a cargo de elección popular dentro de los tres años anteriores a su designación.
Los que más destacan son Héctor Gervacio Jiménez, y Emiliano Lozano Cruz, doctor en Derecho, quien fue magistrado del Tribunal Estatal Electoral.
Contrario a Gervasio, quien ha sido encargado de despacho de la Contraloría Interna de la Secretaría de Salud estatal, Emiliano Lozano no tiene peros que le pongan los legisladores, ya que aunque han querido descarrilarlo en esta pretensión legítima, no ha sido candidato, representante popular ni dirigente de partido político alguno.
Es decir, no trae cola que le pisen, ni impedimento legal alguno.
Emiliano más que político posee un perfil de estudioso del derecho, respetuoso de las instituciones y del derecho, como lo avala su historia de vida laboral.
Por lo tanto es capaz de desempeñar este cargo de fiscalizador de las cuentas públicas y de evaluar permanentemente las entidades fiscalizables.
Lozano Cruz, además de magistrado del TEE, fue presidente del Consejo Estatal Electoral, y entregó con buenas cuentas dicho organismo.
Por lo que capacidad técnica y conocimiento de la ley en la materia, tiene para eso y más.
Ojalá los diputados sepan elegir a quien garantice un desempeño acorde a las estipulaciones legales y que no venga a tratar de enriquecerse con el presupuesto de dicho órgano.