Epístolas Surianas


(Carta a Don Héctor)
De Julio Ayala Carlos

Continuamos con Epístolas Surianas
• La 15 visita del Presidente a Guerrer
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EN LA GIRA DE CUATRO DÍAS QUE REALIZÓ EL Presidente de la República por Guerrero, el pasado fin de semana, lo trascendente, si es que puede llamarse así, fue la supervisión del bulevar que comunica a las dos costas del estado, prácticamente sin pasar por Acapulco. El resto de actividades, tanto en Chilapa, Ometepec, Marquelia y el propio puerto, sólo fueron supuestas evaluaciones de los programas sociales que lleva a cabo el gobierno federal, así como el anuncio de otros.

Es decir, nada trascendente para Guerrero que requiere de inversión pública y privada, y que además genere crecimiento y desarrollo económico, pues nunca, hay que decirlo, la entrega de apoyos económicos ha servido para impulsar precisamente ese desarrollo que requiere el estado.

En efecto, en su gira número 15 por el estado, como en las otras 14 que ha llevado a cabo en los casi tres años de su gobierno, López Obrador no ha anunciado, y mucho menos iniciado en favor de Guerrero, ninguna obra pública o proyecto de gran alcance que tenga por objeto detonar el desarrollo de la entidad, pues incluso el bulevar Costa Grande-Costa Chica, es obra de otro gobierno, de tal forma que no es algo que deba tomársele en cuenta como suyo.

Cierto. Al Presidente hay que reconocerle el apoyo en efectivo en favor de un amplio sector de la población, a través de becas, pensiones y programas, no porque antes eran ignorados, sino por el incremento de los recursos entregados, aunque hay que decir también que no hay transparencia en su operación y uso, como tampoco en los alcances que tienen, y lo que es peor, lamentable y criticable, que dichos recursos son utilizados para que el partido del Presidente tenga el voto garantizado en cada elección de gobierno como ocurrió en la de junio pasado.

En ese sentido, debe decirse claro, y de manera contundente. De poco o nada sirven las visitas que el actual Presidente de la República, o lo que es lo mismo, Andrés Manuel López Obrador, realiza en Guerrero, pues aunque señala, como lo dijo el propio viernes, que el estado requiere de un fuerte apoyo del gobierno federal, traducido en la inversión de recursos, hasta ahora no hay tal cosa, pese a las promesas realizadas una y otra vez. La remodelación del Parque Papagayo, en Acapulco, ni siquiera es una inversión completamente del gobierno que encabeza.

Hay que decirlo. Guerrero sigue siendo un estado de grandes carencias, de ahí que requiere de fuertes inversiones, tanto públicas como privadas para promover su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, difícilmente podrá lograrlo si gobernantes como el actual, el que encabeza López Obrador, sólo promete y habla de lo que va hacer, sin concretar nada, ni siquiera el traslado de la Secretaría de Salud al estado.

Reza el dicho popular: “Prometer no empobrece”, y aún y cuando el presupuesto no es del Presidente de la República, hasta ahora el gobierno que encabeza le ha quedado a deber a Guerrero, más allá de si otros gobiernos no cumplieron. López Obrador ha dicho que “amor con amor se paga”, pero hasta ahora sólo es una frase más del mandatario federal para con el estado que ha sido generoso en cuanto a votos en las tres elecciones presidenciales en las que ha participado.

Así pues, de nada sirve que venga una y otra vez el Presidente a Guerrero si viene sin nada, más que a prometer como hasta ahora ¿De qué le sirve al enfermo que lo visite el médico si no le lleva medicinas? ¿Qué caso tiene que el defensor vaya a ver a su cliente, sino hace nada para sacarlo de la cárcel? ¿Para qué pues va el Presidente a un estado si ni siquiera le lleva frijol con gorgojos?

¿Tiene caso que venga el Presidente cuando el gobernador del estado dijo en su reciente informe que el gobierno federal le redujo recursos ya presupuestados? ¿Hay que agradecerle la visita?

Claro, hay quienes consideran que sí, pero que no se olvide, que este gobierno, el de López Obrador, fue el que canceló el proyecto de la Zona Económica Especial, que se construía en los límites con Michoacán, y la cual detonaría el desarrollo económico en esa parte de Guerrero.

En fin. El Presidente sin duda vendrá al estado otras 15, 30, 50 o más veces, pero si viene con las manos vacías, sino viene ayudar, no tiene mucho caso.

EN OTRO ASUNTO, después de un buen tiempo retomamos la publicación de Epístolas Surianas. Asuntos de diferente tipo nos mantuvieron alejados de su redacción. Hoy volvemos al camino que es además nuestra pasión. Aquí estaremos. Disculpas a todos.

Comentarios: epistolassurianas@hotmail.com

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