Chicotazos

• Astudillo y Adela… ¿las manos quietas?

Por Francisco Javier Flores V.

Muerta de la risa, la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, debió de haber quedado cuando leyó el mensaje que en redes sociales le etiquetó el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, en donde pide “coadyuvar sin protagonismos ni intereses personales”, en la campaña de vacunación anti Covid-19 que ayer inició en este puerto, en donde hace a la vez un llamado “a todas las autoridades a no politizar el proceso de vacunación y abstenerse de utilizarlo para hacer campaña”.

Tal vez sin proponérselo (o quizá sí) y ante la marcada ausencia del dirigente estatal de su partido, el PRI, Esteban Albarrán Mendoza, quien desde hace varias semanas no da señales de vida en la campaña de Mario Moreno Arcos, el mandatario estatal asumió su papel de “primer priísta” de la entidad en ese intento por mantener quieta a una alcaldesa a la que, si algo la ha caracterizado es su permanente dinamismo. Si fuera grosera, Adela Román le hubiera respondido con caracolitos hechos con las manos.

Apenas ayer se reincorporó a sus actividades al regresar de la licencia recientemente solicitada al Congreso local para ausentarse del cargo por unos días, y ni tarda ni perezosa (no como otros, dirían en el pueblo) retomó el mando de la administración, y ante una acción gubernamental tan importante como el plan de vacunación, lo peor hubiera sido que se quedara cómodamente en el aire acondicionado de su oficina.

Recorrer los módulos de vacunación (en donde por cierto el Estado, con todo el recurso de que dispone, bien pudo haber apoyado con mejores condiciones para las personas de la tercera edad que tuvieron que sufrir las inclemencias del tiempo durante la espera de su turno) para constatar que al menos hubiera orden y seguridad, refleja el compromiso de la primera autoridad municipal con sus gobernados, además de una forma de reconocer el respaldo para el pueblo acapulqueño por parte del Gobierno de México.

Lo que queda claro, es que tal parece que a Adela Román ya le pusieron marcaje personal y desde la casa de enfrente, aún sin que se defina qué candidatura pudiera encabezar (es la que más ha sonado ante una eventual sustitución de candidato a gobernador de Morena y está en la pelea por la reelección en la alcaldía) están pendientes de todos sus movimientos, y este hecho llama mucho la atención, pues reza el dicho que en una competencia no se ataca al que va perdiendo, sino a quien va punteando.

Y también, que el gobernador Astudillo sí está pendiente y mete su cuchara en el proceso electoral, lo cual es hasta cierto punto entendible, pues no quiere que pierda su partido, pero sobre todo su vástago Ricardo Astudillo Calvo, a quien impuso como candidato por el Distrito 07 local de Acapulco.

Visto así, ¿quién es el que debería mantener las manos (o la boca) quietas? Vale.

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