Epístolas Surianas


(Carta a Don Héctor)
De Julio Ayala Carlos
· MMA, el candidato de la militancia
DESDE EL 2000, CUANDO PERDIÓ por primera vez la elección de Presidente, no sólo prometió reformarse, sino volverse a las bases que le dan sustento. El nuevo PRI, se dijo, tomaría en cuenta a su militancia para tomar decisiones, y por supuesto, para elegir a sus candidatos. Ésa fue la exigencia que llevó al poder a Peña Nieto, y por eso también, hay que decirlo, los propios priístas votaron contra su partido en el 2018, precisamente por llevar como candidato a un extraño, alejado de la militancia y desconocido por ésta.
Por supuesto, la sola militancia no te hace un buen candidato y mucho menos sinónimo de triunfo, pero significa mucho para los miembros de un partido el que el abanderado sea uno de los suyos, o lo que es lo mismo, un compañero de partido. Y significa mucho más que el candidato sea como ellos, es decir, que provenga de las bases, o lo que es lo mismo, desde abajo, allí donde lo que cuenta es el trabajo para salir adelante.
Hay que decirlo. Precisamente por ese trabajo, porque proviene desde las bases, en donde verdaderamente se sustenta el partido en el que milita, es que Mario Moreno Arcos tiene el apoyo de la militancia del PRI para convertirse en candidato a gobernador del estado. Precisamente por eso es que a donde va, Moreno Arcos es reconocido como el “candidato natural de los priístas”.
Y es que a Mario Moreno Arcos, quien ha ganado las seis elecciones en las que ha participado, los militantes del PRI, e incluso de la sociedad civil, así como miembros de otros partidos políticos, lo ven como uno de los suyos por venir desde abajo, que en su niñez vendió periódicos y gelatinas para ayudar a su familia, y que además fue bolero para ganarse otros pesos, como lo han hecho muchos, muchísimos guerrerenses que desde niños, por la necesidad y la situación familiar, tienen también que buscar el pan diario.
Por supuesto, cada historia es diferente, pero la que vivió Moreno Arcos en su infancia, se asemeja a la de la gran mayoría de los guerrerenses, de ahí que, más allá del partido en el que milita, reitero, lo ven como uno de los suyos, y en consecuencia, cifran en él la esperanza de que un hombre que viene desde abajo, formado a base de esfuerzos, que conoce el hambre y la necesidad de una vida mejor, no sólo sea candidato a gobernador, sino que gobierne el estado en favor de los que menos tienen.
También hay que decirlo. Si algo caracteriza a Mario Moreno, quien ha sido síndico del Ayuntamiento capitalino, diputado local, dos veces diputado federal, dos veces presidente municipal de Chilpancingo, delegado del ISSSTE en Guerrero y secretario de Desarrollo Social del Gobierno del estado, hasta hace poco más de un mes, es que, dicen los que lo conocen desde hace muchos años, incluso desde niño o cuando apenas incursionaba en la política, es que sigue siendo atento, sencillo, humilde y amable en el trato, además de responsable, honesto y trabajador, como ocurre con quienes no tienen más padrino que el trabajo diario.
“Con cargo o sin cargo, Mario es el mismo; no ha cambiado para nada”, es el comentario de quienes lo conocen y dan fe de su comportamiento. “No te engaña. Te dice cuando se puede o no, pero nunca te vas con las manos vacías”, dicen otros, y los que viven en Chilpancingo afirman: “es el único que año con año hace una posada para todos”.
Un dato más sobre Mario Moreno: pese a ocupar diversos cargos públicos, no hay ni se conoce un señalamiento, o una acusación de corrupción, tan comunes entre los políticos, lo que implica que es un hombre honesto. “A mí me podrán señalar de todo, menos de corrupto, porque no me he llevado nada que no sea mío”, le he oído decir.
Sin duda que por eso es que el dos veces alcalde de Chilpancingo tiene el apoyo de la militancia de su partido, de quienes militan en otros, como el PRD, el PAN, MC e incluso de Morena, para que sea no solo candidato, sino gobernador del estado, si es que en el PRI deciden hacerlo su abanderado, no sólo para competir en la elección del año próximo, sino para gobernar Guerrero.
Decía el entonces gobernador José Francisco Ruiz Massieu que un candidato lo define su biografía, su trayectoria y circunstancia, y en este caso, para el PRI lo es Moreno Arcos, quien fue sacado del palacio municipal cuando boleaba zapatos y años después, regresó como presidente municipal de Chilpancingo.
En fin. El PRI está ante la oportunidad de tomar en cuenta el sentir de sus militantes, es decir, los de abajo, y postular como candidato a uno de los suyos que, además, es garantía de triunfo. No por nada Mario Moreno es querido incluso en Morena, el partido del Presidente.
Comentarios: epistolassurianas@hotmail.com

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