Los tres Reyes magoss
Por. Armando ventura
Aunque falte menos de un mes para el Día de los Santos Reyes, por estas fechas estaban los tres reyes magos en su travesía para llevarle al niño Jesús sus respectivos presentes para celebrar su nacimiento; Melchor, Gaspar y Baltazar tenían una misión de fe, la cual culminaron con la llegada a su destino para rendirle tributo a un rey superior a ellos. Muchos siglos después, el PRI también tiene sus tres reyes quienes, a diferencia de los originales, no buscan a un rey superior sino un nacimiento; no como el que conocemos, pero sí el de una candidatura para consolidar su reinado en el estado de Guerrero.
Manuel, Mario y Héctor, están en camino para tratar de obtener la candidatura por su partido a gobernador del estado; no es tarea fácil pues los tres desean la candidatura para ampliar el reinado del PRI otros seis años, pero frente a ellos se encuentra un partido que lo supera por un 60% en las encuestas nacionales.
Posiblemente, ninguno tenga oportunidad de ganar una elección con un contrincante tan fuerte, pero aun así lo pueden vencer, sólo necesitan esperar a que la designación del candidato de Morena no los confronte entre ellos para aspirar a esa victoria, pues si algo se le debe reconocer al PRI es su disciplina partidista y el voto duro que siempre los ha caracterizado, al igual que su concubina el PRD que a pesar de la desbandada de militantes que se fueron a Morena, se quedaron con simpatizantes en el estado y que -al igual que el PRI- cuentan con un voto duro de los leales perredistas que aún continúan en sus filas… y los tres precandidatos lo saben.
Un argumento para sostener mi tesis es que a pesar de la gran votación hacia AMLO en el estado en el 2018, Morena consiguió todos los distritos electorales y obtuvo históricamente en el Congreso del estado una sobrerrepresentación, pero no arrasó con todas las presidencias municipales como esperaban, pues el PRI-PRD obtuvo la gran mayoría de esas alcaldías.
Podrán decir, amigos de la mesa, que se obtuvo la presidencia más importante –Acapulco-, pero para desgracia de Morena, no la ganó su candidata sino Andrés Manuel y en estas próximas elecciones, no estará el Presidente de la República en las boletas, por lo que el nivel de abstencionismo será -cuando mucho- entre el 40 o 45 % del padrón electoral, si no es que menos.
Ante ello, los tres precandidatos buscan ser los elegidos para explotar esa posibilidad, saben que de no ser Félix Salgado Macedonio el candidato de Morena, sus posibilidades se emparejan; sin embargo, si Félix se va a contender por otro partido, sus posibilidades reales aumentan pues -como dije anteriormente- esos partidos tienen disciplina, estructura y un voto fiel de sus militantes y simpatizantes. Ahora bien, ¿qué rey mago priísta será el elegido?
Empecemos con Mario Moreno Arcos, quien tiene en su historial ser un candidato ganador, con presencia y arraigo en su partido, dos veces presidente de Chilpancingo, así como diputado federal y local en dos ocasiones también; además, ha ocupado cargos importantes de su partido a nivel estatal y -a últimas fechas- ha sido cercano colaborador del gobernador Héctor Astudillo Flores.
Por su parte, Manuel Añorve Baños es un político priista que sólo ha ganado por elección la Presidencia Municipal de Acapulco, pero únicamente por el rompimiento entre el PRD y MC por no sacar candidato común; resultando a la postre ser un candidato perdedor, que sólo ha conseguido sus candidaturas por los amigos cercanos en la sede nacional de su partido; lo cual, no ha sido suficiente porque aún así ha perdido elecciones. Es decir, perdió ante el ex gobernador y actual coordinador de la fracción del PRI en la Cámara de Diputados, René Juárez Cisneros; no se vio favorecido en la elección interna en 1998; en el 2011, perdió ante su primo Ángel Aguirre Rivero la elección a gobernador; siendo su última derrota en la elección del 2018 para senador de la República; obteniendo, sin embargo, dicho escaño por fórmula de la segunda mayoría; es decir, no ganó por votos sino por reglas; obteniendo todos sus demás cargos por la vía plurinominal.
Siendo precisamente esas obtenciones las que ha sabido explotar a su favor por tener -más que ninguno- la gran capacidad de convencimiento, la habilidad de trabajar con las bases de su partido y la facilidad de entender la lectura política para actuar -en consecuencia- en los momentos exactos para obtener lo que esté en disputa; cualidad política que no muchos pueden presumir en la actualidad.
En cuanto a Héctor Apreza Patrón, es un candidato que ha sabido moverse dentro de los círculos del partido y con los viejos líderes del PRI, pues ha ocupado puestos de elección y cargos públicos por la cercanía, amistad y lealtad con todos los priístas, desde gobernadores, presidentes de partido y con líderes naturales y seccionales de ese instituto político; hombre inteligente y preparado con amplio conocimiento legislativo y administrativo, por lo que también se le considera un gran aliado del gobernador Astudillo, pues entrando su gabinete fue el encargado de las finanzas públicas en él, puesto que -por tradición- se le concede a ciudadanos de mayor confianza del mandatario estatal.
Ante este panorama, los tres reyes están en camino a la pastorela donde se encuentra el nacimiento que aunque no es de Jesús, sí lo es de otro rey, que si bien no habita en el nacimiento de Belén, sí lo hace en otro llamado “Casa Guerrero”, obviamente sólo si se dan los supuestos descritos en esta columna… al tiempo!