• FSM puntea en las encuestas, pero…; Breve historia del “toro sin cerca”
Por Julio Ayala Carlos
CON TODO Y QUE FÉLIX SALGADO MACEDONIO es ubicado por algunas encuestas como el puntero para ser candidato a gobernador del estado, ni siquiera en Morena, su propio partido, lo ven con buenos ojos, de ahí que esté tendiendo puentes para, llegado el caso, contender por otro, bajo el argumento de que electoralmente está en su mejor momento.
Hay que decir que Félix Salgado, el autodenominado “toro sin cerca”, durante muchos años estuvo en el ostracismo político, luego de que fuera diputado federal y senador de la República, y después, alcalde de Acapulco. También fue dos veces candidato a gobernador del estado, perdiendo ante Rubén Figueroa Alcocer y luego ante René Juárez Cisneros. Actualmente es senador con licencia.
Como muchos otros del PRD, su antiguo partido, Salgado Macedonio supo subirse a la campaña de Andrés Manuel López Obrador, siendo designado candidato de Morena a senador de la República bajo el argumento de que era un luchador social. En la campaña de referencia, su campaña, prácticamente andaba solo, de acuerdo a las fotografías que publicaba su equipo.
Tras la elección en la que fue candidato a diputado federal, lo que se recuerda de Salgado Macedonio fue el costal de boletas chamuscadas que exhibió, precisamente en la Cámara de Diputados, lo que le valió el escaño; de ahí el mote de “diputado costales”. Las mismas se las habría entregado, se afirma, el entonces gobernador José Francisco Ruiz Massieu, para así vengarse de un político de su propio partido, Filiberto Vigueras.
Félix Salgado, en los tiempos de efervescencia del perredismo, también llegó a senador de la República, y lo que se recuerda de él no es algo para enorgullecer a nadie. Los escándalos como representante popular es lo único que se recuerda de él. El de borracho, golpeando a policías de la hoy Ciudad de México, puede verse aún en Youtube.
Como candidato a gobernador en la primera ocasión, lo único que se recuerda de Salgado Macedonio es que le impuso un apodo a quien le ganó la gubernatura del estado, lo que arrancaba carcajadas de sus entonces compañeros del PRD, y lo mismo se recuerda el sobrenombre que le endilgó al candidato que le ganó por segunda vez. Hizo sus berrinches por perder la elección, pero hasta ahí, lo cual se resolvió, se afirma, con rabioso efectivo en sendas maletas.
Ya como alcalde de Acapulco, lo que se recuerda de Félix es, en primer término, la masacre ocurrida en La Garita, como consecuencia de la pelea entre dos grupos de la delincuencia organizada que incluso, uno de ellos lo sentenció a muerte. Por ello, Salgado Macedonio anduvo escondiéndose. También con él en el gobierno porteño, la violencia fue el pan de cada día en Acapulco. Hay que decir que fue en su periodo cuando en Capama afloró la corrupción.
¿Y qué decir de Félix Salgado Macedonio en sus dos años como senador de la República? Lo único que ha hecho son ocurrencias. No hay ninguna iniciativa de ley, y ninguna gestión en favor de los guerrerenses, mucho menos un proyecto que detone el desarrollo del estado.
Hay que decirlo también. El oriundo de Las Querendas, allá en la Tierra Caliente, en donde sus propios habitantes señalan que nunca ha llevado un apoyo a lo largo de 30 años, “ni siquiera una despensa” o “un metro cuadrado de calle pavimentada”, también ha sido un fracaso como actor de películas, y como cantante, ni se diga. Ni siquiera tiene chiste el churro de película que hizo, o las melodías que canta.
Por cierto, en algún pueblo de la Montaña, aún le recuerdan que debe el precio de una vaca que prometió pagar, la cual fue utilizada para darle de comer a la gente en alguna de sus campañas.
¿Cómo pues entonces no va a ser conocido en el estado si lleva tanto tiempo como candidato? ¿Cómo no va a estar como puntero en las encuestas?
El problema es que Félix o “Féle”, tiene todos los negativos del mundo, pues además de irresponsable, es ocurrente, borracho y pendenciero. Tiene además una demanda por violación, y mientras se comprueban o no los hechos, de ser candidato sería un mal mensaje para las mujeres que representan el mayor porcentaje del padrón electoral.
Cierto, dicen en Morena, necesitan ganar, pero no con cualquiera, y difícilmente Salgado Macedonio es la mejor opción. A Morena le urge proyectar que también sabe gobernar y es imposible lograrlo con quien hoy ya busca puentes para ser candidato por el PES o por el PT, en caso de que en su partido, con todo y que puntea en las encuestas, no lo dejaran llegar.
Ése es el dilema que hay en Morena, aunque para algunos en ese partido lo importante es ganar y no saber gobernar.
Por cierto, como en ningún otro partido político, Morena tiene hasta este martes 17 de noviembre, 12 aspirantes a candidato a la gubernatura del estado de Guerrero. Y la cifra aumenta día a día.
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