Zona Cero

  • La UAGro y la justicia social: la visión del rector Javier Saldaña

Por Roberto Santos

En un escenario donde la desigualdad, la violencia y la exclusión parece marcar el destino de varias regiones del estado, la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) mantiene, no sin esfuerzo, la misión de ser un espacio de oportunidades para todos.

El rector Javier Saldaña Almazán ha mantenido su compromiso con los jóvenes guerrerenses, particularmente con aquellos provenientes de los pueblos originarios, la Sierra y las comunidades afromexicanas.

Así, la UAGro, no solo apuesta por la educación como derecho fundamental, sino como una vía para alcanzar justicia social y construir un Guerrero más equitativo.

Bajo esta perspectiva, no solo abre sus puertas a estudiantes de las zonas más marginadas, sino que promueve acciones concretas para fortalecer su inclusión.

En un acto relevante, el rector firmó un convenio de colaboración con instituciones clave: el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, el Congreso del Estado, el IEPC, el Tribunal Electoral del Estado y la Secretaría para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos de Guerrero.

El propósito de este acuerdo es la implementación del Diplomado en Justicia Electoral, Participación Política y Representación de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos.

El mensaje es claro: cerrar las brechas de desigualdad no es solo una aspiración, es un compromiso institucional.

Con este diplomado, se busca que los pueblos históricamente vulnerados tengan voz y presencia en los espacios de toma de decisiones, garantizando una representación auténtica y efectiva.

Es decir,el rector Saldaña Almazán no solo apuesta por la academia; también promueve el desarrollo integral de los estudiantes.

Reconociendo que las desigualdades no solo son económicas o educativas, ha impulsado actividades deportivas y culturales que alejan a los jóvenes de caminos negativos y los integran en dinámicas más saludables.

Esta visión integral responde a la necesidad de formar profesionistas comprometidos con sus comunidades, pero también ciudadanos responsables y resilientes.

La labor de la UAGro, es un recordatorio de que la educación puede transformar realidades y que es un crimen que le reduzcan su presupuesto para seguir cumpliendo su labor.

Hacer realidad que un joven de la sierra, de una comunidad indígena o afromexicana, tenga la oportunidad de sentarse en un aula y luchar por su sueño de ser profesionista, no solo es un acto de justicia, es un logro social, en el que todas las instituciones educativas deberían estar comprometidas.

Además, la UAGro debería ser reconocida por seguir formando profesionistas con conciencia social, solidarios con la población afectada por fenómenos naturales o de salud pública.

Hay que insistir que pese a las dificultades presupuestales, la Universidad Autónoma de Guerrero se mantiene como la esperanza para miles de jóvenes guerrerenses.

La justicia social comienza en las aulas, y el rector Javier Saldaña lo sabe.

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