- Gilberto Solano, y Tlapa…
UNA GRAN MAYORÍA DE ALCALDES, de igual número de ayuntamientos del estado, cierra con problemas financieros el fin de año, pues la falta de recursos les impide cumplir con las prestaciones salariales de sus trabajadores. Sólo algunos, habrá que decirlo, se salvan de ello, pues sin mayor contratiempo, están cumpliendo, como consecuencia de un manejo responsable del presupuesto y las previsiones necesarias que hicieron en su momento.
Uno de ellos, entre algunos otros, es el de Tlapa, quien cierra a tambor batiente, haciendo obra pública, fortaleciendo los servicios públicos, y hasta haciendo una feria, ya tradicional en esa cabecera municipal, de lujo, para regocijo y alegría de sus habitantes.
Me refiero al presidente municipal de Tlapa, Gilberto Solano Arreaga, a quien los habitantes de ese lugar lo reeligieron en el cargo el pasado 2 de junio, porque de acuerdo a su valoración hizo un buen trabajo en el anterior trienio, de ahí que no dudaron en darle nuevamente la oportunidad que volviera a dirigir los destinos del llamado Corazón de la Montaña del estado.
En efecto, Solano Arreaga no sólo hizo un buen papel en su primer periodo, sino que realizó un manejo eficiente de los recursos públicos que se transformaron en obras, programas sociales y en el fortalecimiento de los servicios públicos, y como todo un buen servidor, hizo las previsiones necesarias para atender y resolver las prestaciones salariales de fin de año en favor de los trabajadores municipales.
Precisamente por ello es que el gobierno que preside no tiene ningún problema en cubrir los salarios del último mes del año, y las prestaciones a que tienen derecho los trabajadores, entre ellas el aguinaldo respectivo…
Y por si fuera poco, como en los últimos tres años, organiza una feria de lujo, por supuesto, para regocijo de los habitantes de Tlapa, e incluso de otros municipios de la región de la Montaña, quienes consideran que es la mejor de esa parte del estado.
Hay que decirlo. Puede decirse sin lugar a dudas, que desde la llegada de Gilberto Solano Arreaga a la Presidencia Municipal de Tlapa hay un antes y un después. Un antes porque nunca, en la historia reciente de ese municipio, sus destinos habían sido encabezados por un auténtico indígena, a pesar de que su población mayoritariamente lo es, y porque tampoco había sido gobernado atendiendo las demandas y pendientes de los pueblos originarios.
Tampoco, antes de su llegada al gobierno municipal, se les había atendido como ahora, pues si bien estaban presentes en los discursos del gobierno, en los hechos estaban olvidados e invisibilizados.
Sin embargo, es a partir de que fue elegido como alcalde, “el hombre de la camisa”, lo que para muchos es motivo de burla, para él, y eso lo entienden los habitantes de las comunidades, es un homenaje a la región, a la Montaña con su color verde, a la tierra de sus ancestros y que lo vio nacer, a los pueblos originarios…
Obvio, muchos no lo entienden.
También hay que decirlo. Es con Solano Arreaga cuando Tlapa se distingue como ciudad, como el verdadero Corazón de la Montaña, con obras de gran trascendencia, que la distinguen de otras del estado, donde el comercio es el motor principal de la región.
Es cierto. A muchos no gusta su forma de gobierno, pero es un hecho que la mayoría está contenta con él. De otra forma, no se hubiera reelegido en el cargo, en donde, dicen los propios tlapanecos, se gobierna para todos, sin distingo de ningún tipo de clase, pues tras las elecciones todos pertenecen a un solo municipio, Tlapa.
¡Hoy pues, Tlapa es diferente!
Bueno, hasta yo voy a ir a la Feria…
Comentarios. ayala.jc30@gmail.com