- Sarita, las mujeres si pueden
Por Francisco Javier Flores V.
El caso de Sara Salinas Bravo, presidenta municipal de Eduardo Neri con cabecera en Zumpango del Río, es un claro ejemplo de que las mujeres sí saben gobernar.
Y la mejor muestra es el triunfo que obtuvo en el pasado proceso electoral para su reelección, que no fue más que la confirmación del destacado desempeño demostrado en su primer periodo como alcaldesa.
Alejada de los escándalos, sin señalamientos de corrupción y cuidando no caen en los excesos que suelen seducir a los gobernantes, la químico bióloga parasitóloga de profesión se ha enfocado por completo a servir a sus paisanos de ese municipio colindante con Chilpancingo.
Sarita, como es mejor conocida entre la mayoría de los zumpangueños, en tres años al frente de la presidencia reafirmó su vocación de servicio a la población, lo que le valió acrecentar el cariño que ya de por sí le tenía la gente desde la sociedad civil.
Llama la atención que este reconocimiento ha sido más allá de los partidos políticos, pues si bien es en la actualidad uno de los mejores activos que tiene el Partido del Trabajo en Guerrero, su llegada al Gobierno Municipal fue producto de una coalición de fuerzas ciudadanas pocas veces vista.
Para su segunda elección, el cobijo que le dieron Morena y el Partido Verde y el respaldo decidido del PT, en donde mantiene magníficas relaciones con su dirigencia nacional, le permitieron refrendar su liderazgo para poder seguir encabezando los esfuerzos de su gente.
Y lo está haciendo tan bien, que la transición de una administración a otra ha sido mero trámite, las actividades nunca se detuvieron sino al contrario, siguió encabezando a su equipo de trabajo que también , hay que decirlo, le ha sabido responder con muy buenos resultados.
Así, con el apoyo ciudadano que es público y notorio en cada evento al que asiste, en las comunidades, en las colonias de la cabecera municipal, y el respaldo que desde el primer momento ha tenido de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, con quien comparte la misma visión y mística de trabajo, de ser una autoridad más de territorio que de escritorio, no es aventurado afirmar que estamos viendo en Sara Salinas una carrera política en ascenso, más allá del ámbito municipal.