- Prioridades cruzadas en Acapulco
Por Roberto Santos
En el dinámico escenario político de Acapulco, mientras la gobernadora del estado enfoca sus esfuerzos en fortalecer el turismo y mejorar la seguridad del puerto, la presidenta municipal parece desviarse hacia otros horizontes más acordes a sus intereses personales.
En un fin de semana crucial, cuando los problemas locales requieren atención constante, Abelina López Rodríguez optó por visitar otros municipios, alegando la necesidad de informar sobre las reformas judiciales.
Sin embargo, las críticas no tardaron en surgir. ¿Es prudente dejar de lado los problemas urgentes de su jurisdicción?
La realidad de Acapulco es cruda: la inseguridad persiste, y con un reciente nombramiento en la Secretaría de Seguridad Pública parece insuficiente para abordar una crisis que afecta diariamente a los ciudadanos.
Mientras tanto, los esfuerzos de la gobernadora por atender la problemática de Acapulco y el resto del estado de Guerrero, contrastan con la aparente ambición política de la presidenta municipal.
De acuerdo a ciertas voces estaría haciendo amarres para una posible candidatura a la gubernatura.
Este juego político, sin duda es un error garrafal, pues afecta a su misma gestión que está por concluir, al priorizar el tema personal cuando los desafíos locales deberían ser su prioridad absoluta.
Acapulco clama por soluciones efectivas, no por distracciones políticas.
Está claro que mientras la presidenta se dedica a promover su futuro político, la realidad de sus gobernados le pega en la cara.
Así que es crucial recordar que los problemas no se detienen los fines de semana ni se descongelan por las ausencias.
Es tiempo de liderazgo comprometido y acciones concretas, no solo promesas o ambiciones a futuro.
La verdadera grandeza se demuestra en la capacidad de enfrentar los desafíos presentes con determinación y responsabilidad.
Acapulco necesita una líder que esté presente, que escuche y actúe, no solo una figura que busque proyección personal mientras los problemas locales persisten, y esa líder sin duda es la gobernadora Evelyn Salgado quien ha tenido que salir al paso para atender lo que Abelina olvida.
La violencia y la inseguridad no deben ser ignoradas ni minimizadas en el afán de impulsar una carrera política.
Es hora de que la presidenta municipal demuestre que puede priorizar a Acapulco sobre cualquier ambición personal o política.
De lo contrario, los tres años de su mandato podrían pasar sin que los verdaderos problemas de la ciudad sean enfrentados con la seriedad y la urgencia que merecen.