- Operativos
Por José Antoio Rivera Rosales
A la callada, fuerzas de seguridad lanzaron una batida contra los grupos criminales que han generado actos de violencia extrema tanto en el puerto de Acapulco como en Chilpancingo.
Después de anunciar una estrategia especial de cién días para combatir a las formaciones delictivas que han protagonizado choques brutales, particularmente en Acapulco, los gobiernos federal y estatal establecieron un cerco más estrecho para seguirle los pasos a los cabecillas que han generado un clima de terror entre la ciudadanía.
Los resultados ya comenzaron a sentirse en las últimas semanas en que han sido capturados algunos pistoleros. Pero falta más labor, más empeño y, sobre todo, más resultados.
Hace apenas unos dias las autoridades dieron a conocer que otros 500 efectivos de la Guardia Nacional, que integran una Fuerza de Tarea -es decir, un equipo integrado exprofeso para combatir el crimen- arribaron a Acapulco y dieron un paseo por las colonias Renacimiento y Zapata, dos de los polígonos más peligrosos del puerto. Aunque eso es simplemente una percepción, porque en realidad los muertos han caído por todas partes, incluyendo la Costera Miguel Alemán.
El caso es que los nuevos efectivos vienen a reforzar la estrategia de combate al crimen que se anunció hace unas semanas, como parte de un plan mas amplio para pacificar al puerto de Acapulco -algo que no han logrado ninguno de los exalcaldes que han ocupado el cargo en los últimos 15 años, desde Manuel Añorve a la fecha, por una simple razón: no les importa-.
Los primeros golpes de las fuerzas de seguridad se produjeron a partir del día primero de junio cuando fuerzas coordinadas lograron la aprehensión de una célula de sicarios que poco antes habían atacado a un funcionario del Poder Judicial así como a los pasajeros de un taxi en pleno centro de la ciudad.
A ese grupo, capturado en una casa de seguridad de Gran Vía Tropical, se les aseguró un lote de 17 armas largas y cortas. Según trscendidos extraoficiales, esa célula respondía a las órdenes de un Comandante Tizoc, pero no queda claro a qué formación delincuencial pertenecía.
Con seguridad el interrogatorio posterior permitió ubicar a otros delincuentes, de modo que en los días posteriores (en los primeros días de julio) fueron capturados un total de 25 criminales por cargos tan diversos como robo de vehículo y delitos contra la salud, según ha informado el gobierno estatal a través del vocero de seguridad, Randy Suástegui.
El 15 de julio las fuerzas de seguridad capturaron a otros cuatro individuos en posesión de armas y droga, operación que se llevó a cabo en el área de Costa Azul, en seguimiento de investigaciones para la prevención de hechos delictivos.
Para el día siguiente, en un operativo que se llevó a cabo en la colonia Alta Progreso, los efectivos de la Guardia Nacional y la Policía Ministerial aprehendieron a un par de pistoleros a los que sometieron después de un intercambio de disparos.
Estos dos detenidos eran el segundo al mando y un sicario de un subgrupo delictivo conocido como Los Totos, una banda delincuencial de reconocida peligrosidad que fueron interceptados cuando pretendía secuestrar a una familia en la unidad Infonavit de aquella colonia.
Para dar una idea de la peligrosidad de estos individuos, baste citar que este es el mismo grupo -asociado a una faccion del Cartel Independiente de Acapulco- que el 20 julio de 2019 incursionaron en el Mister Bar de la Costera, donde abrieron fuego contra unos comensales -que también eran delincuentes- a quienes les causaron cuatro muertos y seis heridos, un hecho que en su momento conmocionó al puerto.
La grabación de seguridad permitió observar cómo dos individuos se internan en el bar, se plantan frente a una mesa en la que departían varios hombres y mujeres y, con toda la calma, uno dispara una ronda mientras el otro sólo observa como si se tratara de un espectáculo.
La operación de intercepción y captura de Los Totos con seguridad permitirá identificar a los integrantes de otras estructuras criminales que mantienen bajo asedio al sector comercial del puerto de Acapulco, que se ha convertido en un botin de los delincuentes, sobre todo los pequeños comerciantes.
Así las cosas, entre junio y julio las operaciones de los cuerpos de seguridad han logrado la captura de no menos de 30 criminales peligrosos en el puerto, pese a lo cual siguen cayendo muertos por toda la ciudad (como en el caso reciente de un par de personas tiroteadas a bordo de su vehículo en el cruce de Cuauhtémoc y Vallarta, en pleno centro).
Sin embargo, anima saber que tanto los federales como los estatales han integrado una coordinación formidable que combate decididamente al crimen, organizado o no. Si las operaciónes policiaco-militares siguen su curso con la misma intensidad, es probable que el crimen oranizado baje también sus niveles de agresión a sabiendas de que, ahora sí, existe una fuerza decidida a combatirlos.
Esta fuerza de combate al crimen está integrada por la Policía del Estado, la Policía Ministerial (FGE), Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Armada de México, con base en el seguimiento de inteligencia de las áreas respectivas de cada corporación.
Esta es una buena noticia en particular porque son operaciones que se producen en la víspera de la temporada vacacional de verano, en que las autoridades prevén una afluencia de 876 mil visitantes que, en teoría, generarán una derrama económica de 5 mil 848 millones de pesos, recursos especialmente necesarios en esta etapa de recuperación de este destino de playa.
Son recursos que darán una respiro a la economía de Acapulco en lo particular y de Guerrero en lo general, que han resentido una oleada de violencia salvaje que ha provocado más de 40 muertes en las últimas semanas.
Esperemos que las cosas marchen tal como están proyectadas, en beneficio de una poblacion que ha sido víctima de la criminalidad desde hace años. Es una población sufrida que necesita urgentemente un salvavidas, económico y emocional.