Chicotazos

  • PRD: Caballada flaca

Por Francisco Javier Flores V.

Cuando en el 2017 las entonces «figuras» del Partido de la Revolución Democrática (PRD) conocieron los resultados de la encuesta que el Comité Ejecutivo Nacional mandó a hacer para medir el grado de aceptación ciudadana y elegir candidato a la presidencia municipal de Acapulco, no lo podían creer.

Con un buen margen de diferencia, les había ganado en esa medición un personaje que no tenía nada que ver con el perredismo, pero que estaba mucho mejor posicionado que cualquiera de ellos: Joaquín «Jacko» Badillo Escamilla.

Algunos de la sorpresa pasaron al enojo e incluso hubo quienes, renuentes a aceptar su realidad, acusaron sin fundamento que la encuesta estuvo amañada, que Jacko había pagado ¡10 millones de pesos! por la candidatura (algo completamente falso), amenazaron con irse del partido y finalmente lo hicieron, como los casos de David Jiménez Rumbo e Ilich Lozano Herrera.

Hoy, cuando está encima nuevamente el proceso de selección de candidato a la alcaldía, el PRD en Acapulco no solamente se encuentra igual que hace tres años, sino peor. Carente de»figuras» aunque sea desgastadas en su imagen, el partido del Sol Azteca tiene una caballada demasiado flaca; tanto, que el único que deambula en ese desierto político perredista es el regidor Víctor Aguirre Alcaide, hábil negociador (lástima que sólo sea para beneficio personal), quien perdiendo en aquella encuesta de hace tres años ganó la regiduría que hoy ostenta y una diputación local para su pareja sentimental.

Más allá de una eventual candidatura de Angel Aguirre Rivero (pues ahí ya estaríamos hablando de palabras mayores), no es fortuito que miembros de la dirigencia estatal perredistay personajes destacados de ese instituto político estén visualizando nuevamente la posibilidad de abrir la puerta a un personaje externo, con presencia ciudadana, trayectoria y buena imagen.

Uno de ellos es el presidente de la asociación civil VA por Acapulco, Vicente Avila Ortiz, empresario acapulqueño que en los últimos meses ha venido realizando acciones de beneficio a la gente, como la entrega de insumos, proyectos productivos, créditos a la palabra, y sobre todo jugando un papel fundamental en la contención de la pandemia del Covid-19, con la aportación de cubrebocas, gel antibacterial y demás desinfectantes, así como apoyos alimentarios.

No por nada el propio presidente del Comité Ejecutivo Estatal perredista, Alberto Catalán Bastida y el exalcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, sostuvieron hace unos días sendos encuentros con Vicente Avila, donde además de la cordialidad de la charla se establecieron incluso compromisos.

A final de cuentas, el abrir los espacios de participación a ciudadanos de la sociedad civil, es una de las facultades consideradas en los estatutos de la mayoría de los partidos políticos y ante el desgaste de los personajes tradicionales, a los que suele llamarse «los mismos de siempre», los que brincan de un cargo a otro, es hasta sano que los partidos enriquezcan su oferta con personajes que, al menos, no están manchados con el estigma de la corrupción. Vale.

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