Zona Cero

  • Todas las candidaturas llevan al 2027

Por Roberto Santos

Si alguien se pregunta por qué si trae el 70 por ciento de rechazo por parte de la ciudadanía de Acapulco, Abelina López Rodríguez se aferró primero a ser candidata, y ahora echa la casa por la ventana para tratar de convencer a los acapuqueños de que ahora sí va a trabajar por su bienestar, la respuesta es sencilla: el 2027.
¿Qué tiene que ver el 2027 en la elección de este año?
Simple. Ebrard quiere tener una candidata para la gubernatura del estado de Guerrero en el año 2027 y Abelina es su única carta disponible.
Por otro lado, la conflictiva que se generó en el PRI que terminó en la salida de Héctor Astudillo Flores y Mario Moreno Arcos, es el 2027.
Alito decide apoyar a Manuel Añorve y propone a Mario Moreno una diputación federal o local; incluso se habló de que hasta le ofrecieron la candidatura a presidente municipal de Chilpancingo.
El problema es que el dirigente nacional privilegió la lealtad de Manuel Añorve y le dio oportunidad de reelegirse para el Senado, sin considerar los positivos y negativos de cada uno.
Por supuesto que Manuel Añorve trae negativos como para repartir. Entre estos, que su familia sea una empresa política, donde todos ganan, sin poner gran cosa.
Los negativos de Añorve, quizá en la misma proporción que Abelina en Acapulco, hacen pensar a los analistas que nunca va a ser gobernador, aunque siga insistiendo elección tras elección.
En el caso de Mario Moreno, trae más positivos que negativos y dentro del PRI –en alianza con PRD y PAN– tendría mayor fuerza electoral de la que trae Añorve.
En su estadía en Movimiento Ciudadano será otra la situación y está por verse qué tanto apoyo en las urnas concita.
Volviendo al 2027, ambos políticos: Añorve y Mario, pretenden estar en las boletas electorales en la elección de gobernador.
Y lo mismo piensa Abelina, quien se la va a atravesar a Félix Salgado, en su intención de ser el próximo gobernador.
Abelina es la apuesta del grupo contrario al de Félix Salgado.
No por nada Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros pronto acudió a levantarle la mano a la presidenta municipal de Acapulco, cuando la nombraron candidata, y algunos integrantes de la oposición a Félix Salgado, se incorporaron a la campaña de Abelina, quien está vendiendo su candidatura como si fuera algo novedoso y magnifico, cuando su administración no pudo con la basura, surtir agua y la falta de semáforos.
Tampoco le importa las decenas de muertos durante su administración ni los Marinos desaparecidos, quienes tampoco existen en su memoria.
Además cree que es la única que puede tumbar la popularidad de Félix Salgado y ella ser la candidata de Morena para el 2027 a la gubernatura del estado de Guerrero.
En el contexto del actual proceso electoral, solo Carlos Granda, de la alianza Fuerza y Corazón por Acapulco, puede ganarle a Abelina.
Y parece que así va a ser, a pesar de que Granda no tiene todo el aparato del Ayuntamiento para promoverse pagando a los medios de comunicación, pero sí está yendo a las casas de los ciudadanos para solicitarle voten por él.
Eso sí, en credibilidad, honorabilidad y aceptación, Granda está por encima de Abelina.

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