Epístolas Surianas


(Carta a Don Héctor)

Se fueron trasquilados…
Exhibe la edil a Morlet…

De Julio Ayala Carlos

EN EFECTO, EN VEZ DE EXHIBIR, SE EXHIBIERON y fueron exhibidos. O como coloquialmente se dice: “les salió el tiro por la culata”. Me refiero a un grupo de regidores del Cabildo de Acapulco, quienes fueron por la lana y salieron trasquilados durante el segundo informe de gobierno de la alcaldesa Adela Román Ocampo.

No habrá obras para su constructora, le respondió en tono seco, pero respetuoso, Román Ocampo al regidor de su propio partido, Javier Morlet Macho, quien cuestionó a la alcaldesa de acciones que a su juicio no se han cumplido y por poner en entredicho que el gobierno porteño no cumple con los principios de la llamada Cuarta Transformación.

Ciertamente el regidor no estaba agendado para que hiciera uso de la palabra. Sin embargo, la alcaldesa pidió que se le dejara hacerlo. Y sin pérdida de tiempo, cuestionó a la edil, desde la falta de servicios, hasta el hecho de que no los toma en cuenta, y antes de que se retirara de la sesión, Ocampo Román fue enfática: no habrá obras para su constructora.

Así, la alcaldesa porteña desnudó los cuestionamientos de su compañero de partido. La falta de canonjías, igualito a lo que Morena, el partido de la edil y el regidor, cuestionaron en su momento. Regidores corruptos, fue el murmullo de algunos.

De que la perra es brava, hasta los de casa muerde. Se oyó decir. Y es que no es la primera vez que el regidor de referencia, junto con otros ediles, incluidos los dos síndicos, cuestionan a la alcaldesa. Sin embargo, que se conozca, no han presentado pruebas. Sin duda, bien pudieron hacerlo durante el informe.

Por supuesto, no fue el único cuestionamiento. En su turno, el regidor perredista, Víctor Aguirre Alcaide, el mismo que ocupó un alto cargo en el gobierno anterior, el de Evodio Velázquez, señalado de corrupto y de dejar endeudado al Ayuntamiento, se erigió en ministerio público y juez. El gobierno porteño está reprobado, dijo.

Y el edil perredista sacó cifras y más cifras. Citó deudas y más deudas, lo mismo del Ayuntamiento que de Capama, lo mismo por no pagar a la CFE que por el pago de impuestos. Sin embargo, se le olvidó decir que en el gobierno anterior, al que perteneció, dejó en bancarrota al Ayuntamiento.

Hizo también lo propio un regidor del PRI, a nombre de los ediles de su partido. También criticó a la alcaldesa. Mesurado, enumeró lo que falta por hacer, pero al final, llamó a sumarse al trabajo que encabeza la edil. Pidió dejar de lado los intereses partidistas en favor del pueblo de Acapulco.

Hay que decirlo. Más que un cuerpo edilicio que trabaja por Acapulco, lo que se evidenció es que al interior del Cabildo porteño hay un pleito en contra de la primera edil, y no solo de quienes no pertenecen a su partido, sino al interior de éste, producto de intereses perversos y mezquinos que nada tienen que ver con el compromiso que deben tener por los acapulqueños.

El pleito de los ediles de Morena, el que encabeza Morlet, viene desde el Congreso y del propio delegado federal en Guerrero. Son quienes le han puesto piedras en el camino para que Adela fracase. Sin embargo, son tan rústicos que no entienden que si la presidente cae, afectará directamente a su partido y al propio Pablo Amílcar si es que fuera el candidato, me dicen diputados de otros institutos políticos.

En fin. Lo que fue evidente es que los regidores de Morena, o mejor dicho, el grupo que encabeza Morlet Macho, por cierto, señalado de misógino, exigen canonjías las cuales les niega Román Ocampo. Exigen obras, por decir lo menos, y a la falta de éstas se erigen en jueces cuando son parte del gobierno porteño y responsables de lo que se hace o no se ha hecho.

Por cierto, los regidores cuestionaron lo hecho por la edil para prevenir y combatir la pandemia del coronavirus, pero nunca se les vio en apoyo a la población. Salvo dos que tres, el resto de los ediles no se supo de ellos.

También, poco se sabe, hay que decirlo, de los recursos que manejan los regidores al igual que los dos síndicos porteños, sin tomar en cuenta el salario que perciben y que de acuerdo al presidente de la República, son onerosos y no corresponden al trabajo que realizan.

“El cambio solo será posible con la participación ciudadana y la organización social”, dijo Adela Román al iniciar su informe. Sin embargo, los detractores de su propio partido, los regidores y síndicos que buscan desbancarla del gobierno, ya se habían ido, en tanto que los ediles del PRD y del PRI, así como de otros partidos, se revolvieron en sus asientos. Quizá no entienden que son otros tiempos.

Comentarios: julio651220@hotmail.com

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