- 2021: El reto supremo (con todo y sin miedo)
Por Jacko Badillo
Este lunes 7 de septiembre arrancó oficialmente el proceso electoral federal 2020-2021 en donde estará en juego la renovación de la Cámara Baja del Congreso de la Unión; es decir, se elegirán a los nuevos diputados federales.
Pero también a nivel local se llevarán a cabo elecciones para gobernador del estado, diputados locales y ayuntamientos, en un proceso que sin duda será muy diferente a los que se han vivido con anterioridad, no solamente por la nueva correlación de fuerzas políticas en la vida nacional y estatal, sino por la disrupción de la pandemia del Covid-19 que nos está dejando graves secuelas.
Quienes aspiramos a seguir sirviendo a los ciudadanos desde espacios públicos de poder (porque en nuestro caso ya lo hemos venido haciendo con nuestro modesto esfuerzo y recursos propios desde la sociedad civil) tenemos claro que se avecina una contienda fuerte, en donde el primer reto es afianzarse en las candidaturas, aprovechando la generosidad de los partidos políticos que abren la puerta a gente que, como un servidor, proviene de la cultura del esfuerzo, del trabajo, sin señalamientos de corrupción ni manchados por llevar una vida disipada.
Es aquí donde los ciudadanos deben valorar si le siguen dando la confianza a los políticos de siempre, los que brincan de un cargo a otro solamente para llenar sus bolsillos de dinero y abusar del poder que la gente les otorga mediante el voto, o dar oportunidad a personajes de trayectoria limpia, preparados académicamente, que reconocen la importancia del deporte, el valor de la familia, con liderazgo y pasión por servir.
Al final de cuentas, lo importante no es tanto derrotar a los adversarios políticos. En estados como Guerrero, donde siguen prevaleciendo la miseria y la marginación, el reto supremo es superar las marcadas desigualdades sociales impulsando políticas públicas que generen desarrollo, que verdaderamente ayuden a que las familias mejoren sus condiciones de vida.
Bienvenida la contienda y primero Dios le vamos a entrar, como decimos en nuestro equipo, con todo y sin miedo, porque estamos seguros que lo vamos a lograr.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!