- Un bloqueo de afectados por otis de Acapulco, Estado de México y CDMéx
Por Roberto Santos
No hay límites para la sorpresa.
Como lo que sucede en Acapulco con los bloqueos de los últimos días.
Puede ser que hayan quedado algunas personas sin censar para recibir su apoyo para cubrir la afectación que sufrieran por el huracán Otis, pero quienes se han dedicado a bloquear la avenida más importante de Acapulco ni son todos no censados ni tampoco todos son de Acapulco.
Resulta que hay personas del estado de México y de la Ciudad de México que reclaman ser considerados para recibir colchón, estufa, refri y los utensilios de cocina.
Lo que podría ser un movimiento legítimo y que el gobierno del estado ha atendido, ha devenido en un movimiento con ciertos rasgos de oportunismo y chantajista, que ha sido evidenciado por los medios de comunicación, al no tener cómo acreditar propiedad en Acapulco ni tener todos los documentos solicitados.
De por sí el huracán propició que en parte de la población del puerto brotara lo más “piorcito” de sus personalidades al desencadenar lo que la distinguida socióloga Abelina López, definiera como “cohesión social”, y que los demás señalaran como simple “rapiña”, pasando por la acumulación de despensas, de paquetes para el hogar por doble partida, para culminar con los irritantes bloqueos de los supuestos no censados.
Tan molestos que la población ya pide que sean desalojados por la fuerza pública.
No se tiene claro quién convocó a esta protesta, pero parece que se les salió de control al grado tal que vino a complicar al gobierno del estado poder encausar sus demandas, junto con el gobierno federal.
Solo después de 48 horas de diálogo, el gobierno de Evelyn Salgado Pineda los convenció de levantar el bloqueo, para que el día jueves les reciban en la oficina de Bienestar del gobierno federal.
El acuerdo fue que el gobierno federal les recibirá sus documentos, los cotejarán, y les darán una respuesta.
Sin embargo, no deja de existir el riesgo de que mañana una vez más instalen su bloqueo para insistir en sus demandas, pese a no todos ser acapulqueños ni ser afectados, pero que se han montado en un movimiento que parece tener mucho de artificial, y que una vez más la gobernadora Evelyn Salgado Pineda tendrá que dialogar con ellos para conjurar lo más pronto posible las molestias a los residentes del puerto.