¡Jálalo que es pargo!

  • Protestas, respeto y diálogo

Por Jacko Badillo

Nadie puede negar el derecho que tienen los ciudadanos a manifestarse, es algo consagrado en la propia Constitución y se debe de respetar.

Siempre que se trate de causas justas, demandas justificadas, creo que lo menos que podemos hacer es solidarizarnos con los grupos que salen a la calle a exponer sus inconformidades.

Sin embargo, también soy partidario de que esa libertad debe ejercerse dentro del marco de la ley, con respeto y sobre todo sin afectar a terceras personas.

Se ha hecho costumbre en Acapulco entre quienes salen a manifestarse bloquear calles y hacerlo sobre todo en la costera Miguel Alemán, la principal avenida turística del puerto.

Creo, con todo respeto, que ya es tiempo de que cambiemos esa mentalidad. Generalmente se protesta por actos de autoridad que agravian intereses muy particulares y de grupo, pero créanme, bloqueando la costera no es a la autoridad a la que afectan, es al ciudadano común, a la gente como usted y como yo, pero también se le causa un enorme daño al turismo, al sector que nos da de comer a la gran mayoría.

Si a ello le agregamos que en estos tiempos participar en eventos multitudinarios es prácticamente un acto suicida, por el riesgo latente de un contagio masivo, no deberían ser tan temerarios en estos momentos utilizando éste tipo de tácticas de presión.

Bienvenidas las manifestaciones, pero aquellas que se hacen con responsabilidad y apego a la ley. Un llamado respetuoso al diálogo, al acuerdo, a los entendimientos. Los problemas no hay que dejarlos crecer. Eso es parte de lo que hemos venido postulando.

Vivir en armonía es posible. Sé que lo vamos a lograr.

Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!

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