- Palma, San Marcos y “la grande”
Por Francisco Javier Flores V.
Cuando en noviembre del 2021 –ya va para dos años- el ex gobernador Angel Aguirre Rivero destapó a Tomás Hernández Palma como su gallo para la diputación federal por la Costa Chica (Distrito 8), nadie imaginó que con ello estaba prácticamente cavando la tumba política del aún alcalde de San Marcos.
Con ese anuncio, el dueño de una parte de lo que queda del PRD en Guerrero, celebraba que le había quitado uno de sus principales cuadros al entonces alicaído grupo político de Evodio Velázquez Aguirre (que por cierto sigue igual, o peor), llevándose a Palma a su corriente Izquierda Progresista de Guerrero (IPG).
Lamentablemente para el sanmarqueño, esa jugada no solamente exhibió su deslealtad a quien lo había venido cobijando en el partido amarillo, sino que además le acarreó el ser visto con desconfianza por quienes en ese tiempo comenzaban a tomar las riendas de Guerrero, lo que se ha reflejado en una especie de aislamiento que en ocasiones lo coloca en franca calidad de apestado a los ojos del gobierno estatal.
¿Alguien recuerda el ambicioso proyecto turístico denominado Riviera San Marcos que tanto publicitaba Tomás Hernández? Pues ahí está, durmiendo el sueño de los justos, gracias a la imprudencia política del alcalde al jugarle las contras a quienes actualmente toman las decisiones en la entidad, aliándose con personajes políticos que poco le aportan a la gobernabilidad y, por el contrario, alientan la confrontación y el poner piedras en el camino a la administración estatal.
Por si fuera poco, pese a ser alcalde perredista, Palma ha manifestado abiertamente su respaldo al aspirante presidencial de Morena, Marcelo Ebrard Casaubón, a quien incluso le organizó un evento en aquel municipio, punto más en contra para el edil sanmarqueño, quien por este hecho avivó una confrontación con el dirigente estatal del PRD, Alberto Catalán Bastida, por cierto alfil de Angel Aguirre.
No es gratuito que en casi dos años de su segundo periodo como alcalde, ni una sola ocasión la gobernadora Evelyn Salgado Pineda haya acudido a ese municipio, al cual sin embargo la mandataria no abandona pues a través de los funcionarios de las diferentes dependencias lo sigue atendiendo en la parte que le corresponde.
Así, con una imagen sumamente desgastada, un grupo político local resquebrajado al resentir la salida de varios de sus integrantes, entre ellos algunos funcionarios municipales, el futuro político de Tomás Hernández Palma se torna incierto y se difumina, igual que se desvaneció su idea de convertir a San Marcos en el cuarto polo turístico de Guerrero, lugar que con la mano en la cintura le arrebató Coyuca de Benítez.
Y pensar que el día el día que Aguirre lo destapó, no solamente le veía cualidades para ser diputado federal, sino incluso para que siguiera sus pasos y buscara más adelante “la grande” de Guerrero. ¡Ah que Papa Layo tan chistoso! Vale.