• Claudia, Igualdad de género y alternancia
Por Jacko Badillo
Amigas y amigos, creo que a estas alturas en México nadie debe tener duda de que la mejor propuesta para seguir el legado de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador ¡es Claudia!
Desde Guerrero y Acapulco, todos –no solamente los hombres- estamos conscientes de que la Presidencia de la República es el último eslabón que nos falta para completar la trilogía que le dé cumplimiento al eslogan de actualidad y muy válido de que es tiempo de las mujeres.
Sería ingenuo no reconocer la gran lucha que libraron nuestras respetables y aguerridas mujeres para ganar desde hace dos trienios por primera vez la presidencia municipal del puerto por la vía constitucional, ya que antes sólo habíamos tenido dos alcaldesas, Ana María Castilleja Mendieta y Verónica Escobar Romo, ambas como interinas.
Con Adela Román Ocampo, en 2018, se inauguró ese viejo anhelo de igualdad de género por el que tanto han venido luchando quienes antes eran llamadas equivocadamente el “sexo débil”, de entrar a una competencia equitativa, en donde salió avante muy dignamente, hay que reconocerlo.
Ni qué decir de nuestra flamante gobernadora Evelyn Salgado Pineda, ella sí, la primera mandataria de Guerrero, quien está poniendo en alto no solamente el nombre de nuestro estado, sino el de sus compañeras congéneres, demostrando que sí saben gobernar, y bien, con entereza, inteligencia, sensibilidad y, cuando se requiere, también con mano firme, ¿por qué no?.
Por ello no cabe duda de que en 2024 será Claudia Sheinbaum quien inaugure una nueva era en la Presidencia de la República, dando continuidad al legado de nuestro guía, el presidente López Obrador, para seguir liderando la Cuarta Transformación en el país.
En Acapulco, nos congratulamos que la igualdad de género haya llegado de la mano de Morena con mayor anticipación, y que hoy la alcaldesa Abelina López esté poniendo su mejor esfuerzo al frente del gobierno municipal; por eso, con todo respeto, a nadie debe asustar ni sorprender que lo que sigue es la legítima alternancia, en el ánimo de una convivencia política sana, equitativa, y una democracia plena.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es Pargo!