Maremágnum

• Luis Walton, gran personaje que trascendió en Guerrero

Por Ricardo Castillo Barrientos

Luis Walton Aburto fue un personaje relevante en la vida política y empresarial del estado de Guerrero, donde se desenvolvió de una manera destacada dentro de los ámbitos que fueron su pasión y lo hizo un hombre de éxito.
Cumplió con sus más caros anhelos excepto la gubernatura del estado, que buscó incansablemente sin lograr su principal objetivo, los otros, los obtuvo a través de una entrega apasionada y profesional que le mereció reconocimientos en los planos político y empresarial hasta convertirse en el guerrerense más acaudalado y un político respetado.
Su historia comenzó al lado del ex presidente Miguel Alemán Valdez, cuando fungía como presidente del Consejo Nacional de Turismo, quién le otorgó su absoluta confianza en el manejo de asuntos jurídicos, destacando el acuerdo con ejidatarios de Santa Úrsula, en la entonces ciudad de México, Distrito Federal. En esos terrenos se edificó el “Coloso de Santa Úrsula”, conocido como Estadio Azteca.
Con este padrinazgo comenzó a ocuparse en los negocios que le permitió construir un patrimonio que fue acrecentando notablemente con visión y un enorme tesón, para después incursionar en la política donde obtuvo cargos relevantes como senador de la República, diputado federal y alcalde de Acapulco, además de dirigente nacional de un partido político que fue Convergencia Democrática, hoy Movimiento Ciudadano.
De Walton Aburto podrían decirse muchas cosas pero el balance le resulta favorable en todos los sentidos. Su trato afable y gentil no distinguía clases sociales, tal vez por provenir de una familia acapulqueña nada bonancible.
Siempre se conoció su estrecha relación con el ex presidente Alemán, a raíz de una invitación que le formuló siendo presidente del Comité Pro-Graduación de la Preparatoria No. 3 (hoy 2), de la Universidad Autónoma de Guerrero, para ser padrino de generación, en la década de los años 60s.
A Walton ya no le dio tiempo de conocer el desenlace de la sucesión presidencial si le favorecería o no, a su amigo Marcelo Ebrard, a quien apoyaba con su grupo político por estos confines surianos.
Durante las exequias fúnebres se dieron cita personajes de la política nacional como el líder del Senado de la República, Ricardo Monreal Avila y Dante Delgado, dirigente del Movimiento Ciudadano y los ex gobernadores Ángel Aguirre Rivero y Héctor Astudillo Flores, así como infinidad de políticos locales y ex colaboradores. Monreal mostró mayor pesar por la muerte de su amigo, acompañándolo la noche del velorio y al siguiente día, en la ceremonia de cuerpo presente. Eso habla bien del líder camaral, aun cuando Walton apoyaba a otra corcholata.

Marea Baja.- El Acamoto terminó sin pena ni gloria, sin embargo representó una significativa derrama económica, principalmente en la hotelería de medio pelo (3 y 4 estrellas), que sirvió como respiro para la economía local.
Este magno evento que reúne a varios miles de participantes, es muy vistoso y con muchos riesgos, tanto para los motociclistas como automovilistas y peatones, ocasionando varias muertes accidentales, que algunas de ellas se pudieron evitarse si las autoridades municipales hubieran asumido mayores medidas preventivas.
Esperemos que para el próximo año, si el Cabildo Municipal no decide otra cosa, se trace una estrategia que ofrezca mayor control y seguridad para propios y extraños.

Marea Alta.- El ambulantaje en la ciudad de Chilpancingo sigue cobrando terreno y tornándose casi imposible caminar por las principales calles del centro de la ciudad.
Esta anómala situación no es nueva y es ocasionada por la enorme necesidad que tienen las familias capitalinas de ganarse la vida lícitamente, en estas actividades comerciales. Lo mismo sucede en las principales ciudades de la entidad, con este arraigado fenómeno social.

Maremoto.- Quedaron atrás las grandes celebraciones por el “Día del Maestro”, con magníficas rifas y selectos grupos musicales. De los grandes fiestones no queda nada, no porque no se lo merezcan los maestros y maestras, sino por la aplicación de una política de austeridad republicana que limita mucho la dispersión de recursos en eventos de esta naturaleza.
Y no falta que algunos mentores añores aquellos tiempos cuando el poder político era detentado por el PRI y PAN, que solían echar la casa por la ventana con gran derroche, a fin de congraciarse con el aguerrido y otrora poderoso sector magisterial.

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