•Los hambreados empresarios
gasolineros en Chilpancingo
•Urge intervención de las organizaciones sociales
Por Roberto Santos
Finalmente las autoridades federales están poniendo atención a la voracidad de los gasolineros de Chilpancingo y anuncian que van a revisar esta situación.
Después de que nos enteramos que en Chilpancingo los gasolineros nos “cargan las pulgas” con sus precios tan elevados, hace falta que las organizaciones sociales que salieron a protestar el año 2021 en contra de la insensibilidad de los empresarios, vuelvan a demostrar que la sociedad organizada puede frenar estos abusos.
Así que bien se puede hacer un llamado al ingeniero Alberto Adame, presidente del Club de Leones; al presidente de Grupo Chilpo, Adrián Alarcón Ríos; los de la basura jefa, taxistas, sindicatos de transportistas, urvaneros, particulares, etc., para que organicen a la sociedad y demuestren que se puede presionar para bajar los precios de las gasolinas.
Mientras que el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, ya anunció que su dependencia actuará en la revisión del por qué los precios tan caros en la capital.
Comparativamente, en otros estados del país, la gasolina Magna está en 22 pesos con 4 centavos, y la Premium en 24 pesos con 17 centavos, mientras en Chilpancingo se vende en 24 pesos con 22 centavos, en una distribuidora Pemex, y en la Petrom en 22 pesos con 20 centavos, quedando demostrado que a los distribuidores son voraces a más no poder.
Esto no es nuevo y esos altos costos, ya debieron haber motivado la intervención de la institución que controla Sheffield. Pero más vale tarde que nunca.
Habrá que recordar que la voracidad de los gasolineros no es de ahora, sino que las pulgas ya las ha traído la población de Chilpancingo, aunque no solo en el combustible, sino en precios de diversos artículos y servicios, que ha convertido a Chilpancingo en una de las ciudades más caras.
Fue en febrero del 2021 cuando los transportistas, empresarios y líderes de organizaciones realizaron una serie de movilizaciones exigiendo que los concesionarios redujeran los precios del combustible.
En esa ocasión tuvimos la oportunidad de ver la capacidad de organización de la sociedad, durante diversas protestas de urvaneros, taxistas, mixtas, la basura jefa, grupo Chilpancingo y el Club de Leones.
Esperemos que estos días podamos ver las consignas de “No a la gasolina cara” en los medallones de los vehículos de transporte y de la ciudadanía, que gustosamente participará en la defensa de su economía y en contra de la voracidad de algunos gasolineros hambreados.
El poder está en la organización de la sociedad y es hora de que esas agrupaciones que dicen luchar por la población, lo demuestren.