•»Alito no me representa»
Por Ernesto Rivera Rodríguez
Se habían tardado.
Pero nunca es tarde para rectificar y poner en práctica, sobre la mesa de las difíciles decisiones donde la Ética y la Congruencia política, hacen su nido, de ese tamaño ha sido la determinación del exgobernador Héctor Astudillo Flores, abandonar, retirarse, renunciar a seguir perteneciendo al Consejo Político Nacional, del CEN del PRI, y apoyado con la solidaridad total del Comité Directivo Estatal del PRI en Guerrero Alejandro Bravo Abarca.
Ello por un acto de brutal y perverso egocentrismo de un hombre, de un político «Alito» que ha perdido la virtud de ser representante nacional del tricolor, pero al que el senador Manuel Añorve Baños, le sigue rindiendo pleitesía, y más que eso, servilismo. Primero sus intereses, No cabe duda.
Lo mínimo que se a vertido al respecto, es que se cometió un atraco a los Estatus del tricolor, a ello la opinión de los priistas guerrerenses que se han opuesto le llaman «un agandalle», tal cual, dónde las graves dificultades internas, han rebasado la vida institucional, y que no por falta de voluntad sino por intereses mezquinos se han desbordado, pero Héctor Astudillo Flores, como líder moral del priismo activo en Guerrero, a puesto el dedo en la llaga, con el apoyo total del Comité Directivo Estatal.
El hervor politico priista guerrerense a rebasado los límites institucionales y se a visto contaminado por la «mano pachona» que tira la piedra y esconde la mano, y más veloz que la misma palabra con la que lo niega, y asumido desde antes su sombra a la de Alito, apoyó lo indefendible en el caso de la Magistrada patito, mostrando sin duda el relativismo político que practica y recordando que «sí el poder corrompe, pel poder absoluto corrompe absolutamente» -Lord Acton-. Lo expresado por el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, en aquel debate, no tiene desperdicio: «Manuel, No has aprendido nada». Fue profético.