Zona Cero

• Entre dudas e incertidumbres se cumplen 8 años de
la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa

Por Roberto Santos

Este lunes se cumplieron 8 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Y aunque las investigaciones han seguido, realmente no se sabe qué pasó con ellos y dónde están.
El expendiente de la Comisión de la Verdad y Justicia que fue filtrado a la periodista Peniley Ramírez, columnista de Reforma, sugiere que fueron asesinados de manera atroz.
El problema es que este caso, como muchos otros, desde su inicio carga con la percepción de que ha sido politizado y por eso la información genera dudas.
Pareciera que existe la intención de darle cierre a esa parte de la investigación para que los padres sepan de manera indirecta que sus hijos ya no están vivos.
Aunque los padres y madres no toman como veraces esos datos; por eso insisten que les digan la verdad “pero con sustento científico.”
Lo cierto es que ocultarles información y en medio de pugnas en el poder como sugieren algunos analistas, recurrir a las filtraciones, también es jugar con su dolor.
Revictimizarlos es que les sigan ocultando la información y que les sigan dando falsas esperanzas que como padres tienen, pues dice doña Hilda Hernández, que nunca se han negado a aceptar la verdad, “siempre y cuando tenga sustento científico.”
Si los jóvenes ya no están vivos es necesario que se los digan, porque así los padres podrán procesar su pérdida, pues bastante ha sido su caminar en busca de sus hijos, donde varios por la angustia de no saber de ellos, han enfermado y perdido la vida.
Y eso también es lamentable y doloroso para sus familiares, y para la misma sociedad que está atenta al caso Ayotzinapa.
Al respecto don Celso García, en una nota que hoy publica el Sol de Chilpancingo, firmada por Jesús Saavedra, señala que mientras “no se tenga certeza de que no estén con vida seguirán en la lucha, se necesita tener certeza de ese informe, mientras no esté sustentada de manera científica se seguirá exigiendo la presentación con vida de nuestros 43 muchachos”.
Esta postura es normal en quien mantiene viva la esperanza de encontrar con vida a su hijo, y entendible para quien sabe del dolor de perder a un familiar.
Don Celso va más allá al insistir que “no se pueden repetir esos hechos tan lamentables, hay más de 100 mil desaparecidos en México y tenemos que levantar la voz para que no haya una desaparición forzada más en nuestro país”.
Es decir, este padre reconoce que su lucha es la de cientos de personas que han perdido algún familiar en los últimos años.
Un fenómeno que encabezan las bandas del crimen organizado y algunas autoridades que se han coludido con ellos o de plano han hecho simbiosis, donde no se reconoce quien es el delincuente y quien está para combatirlos.
Habrá que preguntar al subsecretario Alejandro Encinas, si van a liberar alguna orden de aprehensión en contra de los líderes que en ese momento mandaron a los estudiantes de nuevo ingreso a Iguala, sabiendo del enorme riesgo que corrían.

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