- CENDI, apatía criminal ¿Quién miente?
Por Francisco Javier Flores V.
La situación por la que están atravesando los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI) en Guerrero ha rebasado los límites de lo tolerante. Junto con otros estados del país, el personal de los cuatro planteles educativos que funcionan en territorio guerrerense no ha recibido el pago salarial correspondiente a los primeros tres meses de este año y lo que va del cuarto, todo porque a los funcionarios encargados de esa encomienda no se les da la gana hacerlo.
Mientras en su perfil de Facebook Héctor Martín Garza González, jefe de la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Educación Pública del Gobierno de México, asegura que prácticamente en todos los CENDI del Frente «Tierra y Libertad» (fundados y promovidos por el Partido del Trabajo) ya se pagó, la cruda realidad le estalla en la cara, ante los cientos de comentarios en sus publicación en donde las maestras le reclaman y de lo menos que lo tildan es de mentiroso.
El problema es que, según se desprende de lo que el propio funcionario publica en la red social, el recurso económico ya fue transferido a los gobiernos de los estados y son éstos los que ya debieron haber cubierto la nómina. En el caso de Guerrero, el propio secretario de Finanzas y Administración, Tulio Samuel Pérez Calvo ha admitido que ya acordó con Héctor Garza pagar por lo menos los tres primeros meses, pero pasan los días y las trabajadoras no ven reflejados los depósitos en sus tarjetas.
Esta situación, que de por sí ya era preocupante, pues a nadie le gusta ni puede estar trabajando sin recibir su salario sobre todo cuando hay familias qué mantener, se volvió dramática ahora con la cuarentena por la emergencia sanitaria del COVID-19, pues las docentes y sus familias necesitan urgentemente de ese pago para poder proveerse de insumos alimenticios.
Ello convierte la retención del dinero en un acto criminal por parte del área de Finanzas del gobierno estatal y de la Secretaría de Educación Guerrero, con todo y que el gobernador Héctor Astudillo Flores ha mostrado sensibilidad y buena voluntad para ir desatorando otros problemas que han venido arrastrando los CENDI en Guerrero, como el caso de sus inmuebles, la clave de centro de trabajo, el recurso del Presupuesto 2017 (20 millones de pesos más intereses, de los cuales no se han entregado ni la mitad), entre otros.
Lo peor de todo es que Tulio Pérez Calvo, a pesar de conocer perfectamente la situación apremiante por la que atraviesan las casi 200 trabajadoras de los CENDI, agravada por la pandemia que obliga a todos a quedarse en casa, no solamente se ha desentendido olímpicamente del asunto, sino incluso ha dejado de responder mensajes y llamadas telefónicas de los directivos de la institución en el estado. No se vale.