Chicotazos

Nicolás Chávez, la pieza clave

Por Francisco Javier Flores V.

La incorporación de Nicolás Chávez Adame como asesor de la Secretaría General de Gobierno fue sin duda una jugada maestra de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, que debe reflejarse en una mejor gobernabilidad en el estado.

No es, como pudiera pensarse, una decisión tomada sólo para dar chamba y tener quietecito y calladito al dirigente de la llamada Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), proclive a la violencia y a encauzar sus manifestaciones de protesta hacia la toma de edificios o bloqueos carreteros, desmanes y vandalismo de por medio.

Tenerlo en esa dependencia, que es la caja de resonancia de la mayoría de los problemas que enfrenta la administración estatal, permitirá a Nicolás Chávez darse cuenta de que muchas veces no es tan fácil dar respuesta inmediata a las demandas que se plantean, sean éstas justas o no, por más que las organizaciones o grupos que las enarbolan utilicen esas tácticas de presión que, casi siempre, lo único que provocan es afectar a terceras personas y por consecuencia el repudio de la sociedad en general.

La gobernadora Evelyn Salgado ha insistido en el respeto a la libre manifestación (en el marco de la ley y sin afectar los derechos de terceros) y en buscar siempre la vía del diálogo y los acuerdos para solucionar conflictos, algo que deben entender aquellos que desde siempre han asumido como modus operandi y vivendi la presión y el chantaje para conseguir sus fines.

Como asesor de la dependencia, y una vez empapado de cómo funcionan las cosas en el gobierno puertas adentro, Chávez Adame tendrá ante sí el reto de dar resultados hacia afuera, siendo un buen interlocutor con quienes insistan en seguir utilizando las marchas, bloqueos carreteros y tomas de edificios con sus dosis de violencia y vandalismo, haciéndoles ver que hay una ley que se tiene que respetar, pero sobre todo, que existe la voluntad de la jefa del Ejecutivo estatal de que sus planteamientos sean atendidos, sólo que con orden y con base en un procedimiento.

Así, de ser considerado uno de los más rijosos antigobiernistas y radicales de Guerrero, el ex dirigente de la CETEG y maestro de la escuela primaria Damián Carmona de Chilpancingo (al menos ahí es donde se dice que tiene asignadas sus claves) podría convertirse en una pieza clave del gobierno estatal para contener esos desmanes que acostumbran desquiciar ciudades y carreteras, con el mensaje a quienes los encabezan de que dentro del gobierno hay alguien “de los suyos”, enterado de lo que se puede y lo que no se puede resolver. Vale.

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