- En serio, esto no es un juego
Por Jacko Badillo
Es indiscutible que como ciudadanos mexicanos, guerrerenses y por supuesto acapulqueños, estamos viviendo una situación como nunca antes, algo extraordinario, fuera de lo común, con esta emergencia sanitaria a causa del COVID-19 (Coronavirus) que en otras partes del mundo, incluso en países más desarrollados que el nuestro como China, Italia, España y Estados Unidos, ha causado grandes estragos, sobre todo por el número de víctimas mortales y contagiados.
En México, si es permitido decirlo, gracias a Dios las cifras hasta el momento no son alarmantes, en comparación con aquellos países, con todo y que al principio se cometieron algunas pifias gubernamentales y de actores políticos que impidieron tomar las medidas preventivas con mayor prontitud. Sin embargo, lo que también es un hecho es que en los últimos días los números de contagios y de muertes se han ido incrementando vertiginosamente en México.
Esta situación sí debería de preocuparnos. Y no deben de sorprendernos medidas como las que se están tomando en algunas comunidades rurales, donde se colocaron filtros para tratar de evitar que entren personas contagiadas, obviamente sin caer en los excesos con acciones que lastimen la dignidad humana.
Al menos dos gobernadores, de Michoacán, Jalisco y tal vez algún otro más que se me escape, ya advirtieron de su decisión de tomar medidas drásticas, incluso utilizar la fuerza pública, pues lamentablemente a muchas personas no les ha caído el veinte de que una emergencia sanitaria es algo sumamente serio, que la cuarentena no es un juego y que si no es para algo estrictamente necesario o urgente, lo mejor es quedarse en casa.
Ya el gobernador Héctor Astudillo también esbozó la posibilidad de decretar un confinamiento obligatorio, como una forma de forzar a quienes de manera inconsciente insisten en salir a la calle a exponerse o exponer a los demás. Yo aún sigo confiando en la buena voluntad de las personas, en la conciencia social, en que por sí sola la gente puede entender que la mejor manera de salir más pronto de esto es permanecer en los hogares y observando todas las medidas higiénicas y sanitarias recomendadas. Con la vida no se juega.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!