- Banda Suriana, toda una historia
Por Enrique González Guerrero
No todo es tristeza en tiempos de crisis o la llamada pandemia
COVID- 19, al mal tiempo buena cara y ahora que nos guardamos a
fuerzas o simplemente tomar precauciones del Coronavirus al estar
escribiendo nos recuerda los años 80 y 90 del siglo pasado, es decir
apenitas treinta años atrás, cuando la legendaria Original Banda
Tropical Suriana en su mejor momento, donde tocaba e
interpretaba grandes canciones de éxitos del momento.
Por sólo recordar “la culebra», «un indio quiere llorar», «el celoso», luego vinieron éxitos propios como “Mi Chilpancingo», «el Sigirigi” esta canción se hizo popular que aún lleva de sobrenombre mi amigo Hugo
después de recorrer todos los municipios del estado y la bendición
de la virgen de Santa Cecilia, el milagro se hizo realidad de viajar a
Bellas Artes, en Televisa, en la programación de entretenimiento
ECO, luego el viajar a los Estados Unidos de Norte América, en las
Bahamas, en una estancia de gira de trabajo por más de cuatro
meses.
En esos lugares, lejos de su patria, vivieron grandes
experiencias de vida, donde todos los que forman parte de un
elenco artístico no quisieran vivir alejados de su pueblo y
conquistando nuevos públicos, para ese entonces ya no era la banda
auténtica, ahora era la Internacional Banda de Raúl y su Banda
Suriana.
Bueno, para las nuevas generaciones les platicaremos que
la auténtica Banda Tropical Suriana viene de sus ancestros de la
familia Cienfuegos Alcocer, Jiménez, Bailón y otros apellidos que se
podrían escapar pero antes de ser banda Tropical Suriana sin lugar a
dudas era la banda de Chile Frito y así es como se forma esa banda
Tropical Suriana, primero con música de viento y luego con bafles y
estructura para colocar escenario, y su primer camión tipo rabón
torton para su trasportación.
Ya todos unos músicos que en sus primeras tocadas lo hacían por amor a lo que les gustaba hacer, no cobraban, bueno, al menos en mi boda de lo que este escribe tocaron de corazón, de amigos, un contrato de cinco horas y más, y podríamos decir y presumir que esa amistad ha perdurado y los
recuerdos quedan y el reconocimiento para aquellos músicos que
tocaban porque les gustaba la música y disfrutaban cuando
encontraban gente que bailaba sus canciones.
Después de banda de Chile frito se convirtió en la Banda Tropical Suriana, hay mucha historia que contar pero desde que llegaron esos jóvenes a Chilpancingo en los años 80¨ la música la traían por dentro, los ensayos los realizaban en calle prolongación de allende y empezaron a tener tocadas.
Antes de iniciar más con estas líneas damos a conocer a sus fundadores; Mauro, Marcelino, Salomé, Eulalio Cienfuegos Alcocer, Francisco Jiménez, Laureano, Bartolo, Baltazar Jiménez, Jesús Jiménez, Armando Alcocer, Santos y luego una gran lista de músicos que pasaron por esa autentica Banda, bueno de ahí viene el sobrenombre del “Güiro” Álvaro y Magdaleno no pasaron desapercibidos, también formaron parte de esa banda, como también Librado Jiménez y sus hermanos que más tarde
iniciaron su propia banda la Terremoto y que aún vimos en el
sepelio de Juan Carlos Bailón mejor conocido como “matoncito”.
Entonces decíamos que la nacida del Chile Frito fue la que le dio el
éxito a la Auténtica Tropical Banda Suriana, quienes vivieron sus mejores momentos con los iniciadores de esa banda… Nunca segundas partes serán mejores como lo dijo Ángel Fernández, narrador de futbol, pero que también le dio fama al Súper Show de Los Vázquez, misma experiencia de grupos musicales que viven la fama y al paso del tiempo recaen por falta de seguimiento y orientación musical como suele suceder los instrumentos también se acaban y las personas también y los auténticos Surianos salieron por la puerta grande y algunos se colocaron en trabajos del gobierno y otros en otras dependencias, cabe señalar que la mayoría de los músicos de la auténtica Suriana ya trabajaban y en sus ratos libres ensayaban la música.
La Banda Original Tropical Suriana desfilaron infinidades de músicos y cantantes como no recordar a Samuel Nájera, la voz con originalidad que le daba el sello a la Banda, luego a dos y tres voces femeninas para engalanar a un público cada día más exigente y como en todo hay finales donde todos son felices… No así a los integrantes que viajaron a los
“Yunaites” en esa gira de trabajo por contrato con el nuevo empresario y dueño ya, Raúl y su Banda Suriana.
Como decíamos al principio quieres ver tu suerte ve a los Estados Unidos y sabrás tu realidad, bueno eso fue lo que pasó o será que para los religiosos el mantener viva la tradición y buena fé de la virgen de Santa Cecilia y realizar cada año un baile que se volvió tradicional en la calle Prolongación de Allende esquina Lorenzo Barcelata, en un lleno total, donde llegaba gente de la religión católica, apostólica y romana a disfrutar de la fiesta a cargo de los anfitriones Surianos, claro siempre interpretando las canciones del momento y cuando la Banda Tropical Suriana pasó a la iniciativa privada al medio empresarial ahí torció el rabo como dijeran en mi pueblo, no es lo mismo tocar los instrumentos con pasión y sentir la música por dentro que tocar nada más por compromiso de recibir unas monedas y eso en todo los oficios y profesiones quien hace las cosas por pasión hasta lo hace con gusto y luego si llega un recurso eso es extra, como lo extra que estamos viviendo con el llamado Coronavirus donde una pandemia a nivel mundial nos hace estar en casita, pero qué mejor que recordar los mejores momentos y
hablar de las personas que quieres y aprecias, y en esta entrega de
letras mi reconocimiento para la Original Banda Tropical Suriana, músicos que llevan la musca por dentro y también para Raúl y su Banda Suriana como a todos que han desfilado en esas populares bandas.