Chicotazos

 • Salud en Guerrero, ¿esfuerzos por la borda?


Por Francisco Javier Flores V.
 

En las últimas semanas –y particularmente los últimos días-, el gobierno del estado se ha inmerso en una dinámica de fortalecimiento al Sector Salud, tanto en las regiones como la Montaña, tradicionalmente marginadas, como en el mismo Acapulco, en donde la gobernadora Evelyn Salgado Pineda ha acudido personalmente a supervisar el estado de las instalaciones, muestra clara de lo importante que es para ella atender las graves carencias que se vienen padeciendo en este rubro.
Junto con la seguridad y la educación, aparte de la economía, la salud es un pilar fundamental para la gobernabilidad y la estabilidad social, y siendo más exigentes diríamos que es el de la más alta prioridad, atendiendo la máxima de que sin salud no hay vida y sin vida pues definitivamente no hay nada.
De la mano de la secretaria Aidé Ibárez Castro, quien además de su sólida preparación académica, con posgrados en el extranjero -en Cuba, por cierto-, cuenta con el ingrediente adicional de estar formada en la lucha social casi de toda la vida, la mandataria estatal se ha dado a la tarea de ir resolviendo temas tan sensibles como el abasto de medicamentos e insumos en clínicas, hospitales y centros de salud, así como la asignación de personal médico y de enfermería en los lugares donde haga falta.
De ahí qué resulta absurdo que un grupo de trabajadores, manipulados por la lideresa sindical Beatriz Vélez Núñez, se opongan a la reinstalación de cuatro de sus compañeros -entre ellos dos doctoras- que ganaron un juicio laboral y se presentaron este martes 3 de mayo a reincorporarse a sus labores en el hospital Donato G. Alarcón de Ciudad Renacimiento, en Acapulco.
Además de que el retorno de este personal a su centro de trabajo representa un reforzamiento en la atención a los pacientes y público en general, ¿no se supone que el sindicato está para velar por los derechos de los trabajadores?
En el fondo, lo peor que le puede ocurrir a un sector vital en la estructura gubernamental es seguir secuestrado por una dirigencia sindical más ocupada en sus intereses políticos que procurar el beneficio para sus representados, ya no digamos contribuir a mejorar las condiciones en que se brindan los servicios de salud a la población. Ello podría echar por la borda cualquier esfuerzo gubernamental que se haga en ese sentido. Vale.

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