Por Gerardo L Ceniceros*
En torno de las profecías que fueron legadas por los ancestros anahuacas sobre el regreso simbólico del Joven Abuelo y el descubrimiento de sus restos en 1949 existe una en particular que completa hoy en día el ciclo de las que se han dado o cumplido a lo largo de los últimos 75 años y de cara al 500 aniversario luctuoso del último monarca de Anáhuac en 28 de febrero de 2025.
Es esta la última y quinta después de las que guardadas unas por la tradición oral y otras escritas en textos relacionados con el tema se pueden resumir así:
Primera: la relativa a la moneda de 5 pesos de 1948 con la imagen o perfil del ‘Rey y Señor», Segunda: un meteorito de relevancia caído en territorio mexicano como sería en este caso el caído en febrero de 1969 en Allende, Chihuahua, Tercero: un cometa de los que más recientemente se han observado a nivel planetario con mayor majestuosidad captado en las imágenes como el Atlas A3 y visto en su paso desde Guadalajara en Octubre de este año 2024, Cuarta: un eclipse de sol el último de ellos en entre otros relevantes sobre México en el mismo período pero que fue denominado como el Gran Eclipse Solar avistado en las costas del Pacífico el pasado Abril y por último la Quinta, el que en torno del descubrimiento de los restos y del regreso (posible reencarnación) del último tlatoani se relaciona con el hecho de que un gobernante de Ixcateopan en vida o personaje destacado aparecería en la historia del pueblo y debía llevar ‘nombre de rey’ en su persona.
Es en este contexto el que la profecía se ha cumplido o confirmado simbólicamente 3 veces: una con el nombre de Juan Reyna el presidente del pueblo en 1949, otra el apellido Monroy (‘Mi rey’ en español traducido del francés) del padre – sacerdote católico que ofreció una misa conmemorativa en 2010 como ceremonia de reconocimiento espiritual de la autenticidad de los restos del Joven Abuelo y tres, la reciente elección en junio pasado de un nuevo jefe de cabildo que inequívocamente lleva nombre de pila como el actual Rey Emérito de España y quien en 1990 ofreció en territorio mexicano disculpas por cualquier acto o exceso que atribuido a la Corona española hubiese sido en perjuicio o agravio de los antiguos mexicanos durante el virreinato colonial hasta 1821
En textos correlativos se complementan las profecías por la ley de ciclicidad histórica a las cuales se puede añadir un eslabón de correspondencia si se aplica en este caso al hecho registrado como el apedreamiento en 1520 por el pueblo azteca – mexica sobre el Palacio de Axayácatl donde estarían Cortés jefe de la alianza anti tenochca cerca del supremo monarca o tlatoani Moctezuma y en paralelismo cíclico en la actualidad con el suceso ocurrido en Valencia, España donde un pueblo inconforme por el abandono oficial en medio del desastre lanza terrones y bolas de lodo sobre dos personajes importantes de la diarquía (cogobierno) en el poder: el jefe de Estado – Rey y el jefe de gobierno (bajo un régimen de monarquía constitucional democrática).
Así la profecía referente al regreso (‘reencarnación’) del Joven Abuelo tendría entre otras señales una especial como sello distintivo en su nombre actual de vida o familia: las letras o símbolos de Sol y Tierra en la explicación interpretativa de la escritora Bernardina Green en su libro «El regreso de Cuautémoc y las profecías» (México 1988). En el libro se añaden claves numéricas, hechos y nombres destacados de actores de la política en México además de asociaciones a los conceptos de los ciclos cósmicos que anticipan un cambio político cultural.
Es en este ciclo de cambios y transformaciones en el que se derivan junto a las descritas profecías, tres posibles sucesos históricos en lo espiritual y cultural: 1 el regreso del Joven Abuelo (en letras de la autora) 2 el advenimiento del Segundo Anahuac (Convocatoria del 11 de diciembre de 1984) o 3 el regreso – sucesión dinástica de QuetzalCoatl rey padre de la medicina y la cultura en el México Antiguo según la profecía tolteca retomada por la Confederación de Anáhuac (la Triple Alianza) a lo largo y ancho de su imperio cultural y comercial y reflejada indirectamente en la Consigna de Cuauhtémoc en 1521 en sus últimas y poéticas líneas cuando pronostica ”lo que un dia volvera a ser Anáhuac… el país del Nuevo Sol.”
(*)El autor es investigador de la Universidad Abierta de México AC, del Consejo de Estudios de Ciencia y Sociedad AC y coordinador del Inicca AC