Chicotazos

  • El fin de los abrazos

Por Francisco Javier Flores V.

Los hechos ocurridos en el municipio de Tecpan de Galeana la mañana de este jueves, indudablemente marcan un parteaguas en el combate a la violencia y la delincuencia en Guerrero por parte de las autoridades.

Oficialmente, según el reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional, fueron 16 los muertos que arrojó el enfrentamiento que inició como un choque entre dos grupos delictivos antagónicos, pero que se intensificó cuando una base de operaciones de las fuerzas de seguridad fue agredida por los sicarios.

Al respecto, hay que recordar cuántas veces hemos escuchado que los elementos de las policías municipales o estatal, de la Guardia Nacional, Ejército o Marina, han argumentado su temor a ser encarcelados y juzgados por abrir fuego o hacer frente a los delincuentes, máxime cuando derivado de ello resultan privados de la vida.

Todo parece indicar que esto tendrá un viraje de 180 grados, pues dentro de las nuevas políticas de seguridad, ayer la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo fue clara al afirmar que las fuerzas armadas, dentro del marco de la ley, tienen derecho a responder cuando son agredidos, con lo cual tácitamente dio el banderazo a las fuerzas del orden para actuar con mayor energía contra los delincuentes.

Sin caer en lo que en el pasado se denominó “guerra contra el narco”, está claro que finalmente se acabó lo que muchos dieron en llamar la política de “abrazos, no balazos”, para dar paso a una actuación más enérgica de quienes tienen la encomienda de garantizar seguridad a la población.

La propia gobernadora Evelyn Salgado Pineda suspendió ayer su participación en un evento relacionado con el aniversario del huracán Otis en el asta bandera de la playa Papagayo, en Acapulco, luego de conocerse los hechos desatados en Tecpan, precisamente para ponerse al frente de la Mesa de Coordinación para la Construcción de Paz, atenta a todo lo que estaba ocurriendo.

Muchos detractores quisieran ver a la mandataria empuñando un R-15 o una pistola escuadra a la cintura echando balazos contra los delincuentes, pretendiendo ignorar, en sus ridículas argumentaciones, que el trabajo de la jefa del Ejecutivo estatal es de gabinete, organizando, coordinando, y los resultados están a la vista.

Es cierto, es lamentable que hayan resultado 16 muertos, máxime si dos de ellos fueron dos elementos de la Policía Municipal caídos en el cumplimiento de su deber, así como 7 heridos, tres de ellos elementos militares.

Pero hubo también 11 detenidos, 16 vehículos decomisados, una cantidad impresionante de armamento de alto poder, municiones, fornituras, ropa de camuflaje, entre otros artefactos e implementos que sin duda representan un duro golpe a quienes generan violencia en nuestro estado.

Así, decir que la gobernadora no hace nada, o peor, esas voces que desde la cobardía de un teléfono celular piden la renuncia de Evelyn Salgado, tendrán que buscar otros argumentos, en ese afán de seguir quejándose por todo y no aportar absolutamente nada al desarrollo de Guerrero.

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