- Evelyn y Claudia, amor con amor se paga
Por Francisco Javier Flores V.
El anuncio hecho por quien a partir de hoy es ya oficial y constitucionalmente la presidenta de México, de que en el marco de su primera gira de trabajo con tal investidura Guerrero será uno de los primeros estados que visite es sin duda un mensaje alentador.
Si bien en primera instancia Claudia Sheinbaum Pardo mencionó en sus redes sociales que estará aquí la tarde de este miércoles 2 de octubre para atender el tema de los daños ocasionados por el huracán “John” y sus remanentes que provocaron fuertes lluvias, no es ingenuo pensar que con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda comenzarán a trazar la ruta de las grandes obras y acciones que nuestro estado necesita.
La excelente relación de amistad y cariño que existe entre la presidenta y la gobernadora, más allá del trato institucional, permiten avizorar un escenario favorable en ese sentido.
Y es que, en definitiva, los guerrerenses sabemos que el segundo piso de la Cuarta Transformación iniciada por el ahora ex presidente Andrés Manuel López Obrador y enarbolada por Claudia como bandera y compromiso de campaña, pasa necesariamente por insertar a Guerrero en la ruta del desarrollo y el progreso.
Las grandes inversiones para detonar el enorme potencial económico que tiene la entidad, así como las obras de alto impacto para la industria, incluida la infraestructura carretera, marítima, aeroportuaria y ferroviaria, deben ser tema prioritario en ese encuentro.
En diferentes oportunidades, Claudia Sheinbaum ha expresado el gran cariño que le tiene a Guerrero y particularmente a Acapulco, pero además, no debe pasar desapercibido que por parte de la gobernadora y la gran mayoría de los guerrerenses, desde antes de que López Obrador la destapara como una de las llamadas “corcholatas” siempre tuvo el respaldo leal y solidario para llegar a ser lo que hoy es.
Como también la mandataria nacional tiene presente quiénes apoyaron las otras opciones de Morena que buscaban la candidatura presidencial, y que afortunadamente en Guerrero fueron los menos y al último, aunque a regañadientes, tuvieron que alinearse.
Así es que como lo pregonó siempre Andrés Manuel, amor con amor se paga y lo que sembró la gobernadora Evelyn Salgado en el corazón de Claudia Sheinbaum es lo que seguramente cosechará y será, sin duda, en beneficio de los guerrerenses y por supuesto los acapulqueños.