Chicotazos

  • Protección civil y aplicación de la ley

Por Francisco Javier Flores V.

Después de una noche de temor fundado, de que algunas familias previsoras desde la tarde de ayer domingo recurrieron a las llamadas compras de pánico en algunos centros comerciales y los infaltables memes haciendo alusión a los saqueos, “apartando” incluso imaginarios objetivos, Acapulco amaneció despejado.

Hasta podría decirse que no hubo razón para que las autoridades educativas y de protección civil determinaran suspender clases en escuelas públicas de Acapulco y Costa Chica, y que pudo haber sido hasta una exageración; pero ya lo dice el viejo y conocido refrán: “más vale prevenir que lamentar”, pues nadie tiene aún el don de la adivinación para tener la certeza de lo que ocurrirá al día siguiente.

En un futuro, para evitar estos bochornos de pronósticos errados, las autoridades podrían acuñar recomendaciones como “si no amanece lloviendo, hay clases, y si amanece lloviendo, pues no”.

Lo que llama la atención son otros detalles muy importantes para entender el tema de la prevención.

Nadie duda que los primeros responsables de nuestra propia seguridad somos los ciudadanos. Resguardar a nuestra familia, no exponerla viviendo en lugares de riesgo o de alto riesgo como sucede en muchas zonas de Acapulco, a orillas de barrancas o de cauces pluviales.

Por parte de la autoridad, brindar información acerca de los refugios temporales y hacer las respectivas recomendaciones a que no se arriesguen ante el pronóstico (ojo: pronóstico, no certeza) de fenómenos naturales y salgan de sus viviendas si creen que su vida o su integridad peligran, es parte del protocolo y digamos que hasta del sentido común.

Sin embargo, que no se nos olvide que también la autoridad está para aplicar la ley, para prevenir desde mucho antes una posible tragedia, no permitiendo a tanta gente vivir en lugares donde está prohibido, inclusive con facultades para efectuar desalojos.

Esa omisión oficial es la que ha provocado tragedias. Permitir que se siga construyendo sin cumplir con los requisitos de ley, que se instalen anuncios espectaculares donde no se debe, que se invadan zonas restringidas, accesos, bocacalles y tantas otras irregularidades que se solapan desde el gobierno municipal.

En el colmo del cinismo, a cierta autoridad se le debería caer la cara de vergüenza salir en redes sociales a recomendar a la gente que se salga del lugar de riesgo donde está viviendo, cuando en el pasado, en calidad de “líder”, fue de las principales promotoras de las invasiones ilegales de terrenos y más aún, en zonas de muy alto riesgo.

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