Chicotazos

  • Jóvenes desaparecidos, la mejor decisión

Por Francisco Javier Flores V.

Atender de manera personal a los padres, madres o familiares directos de los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre del 2014, es la mejor decisión que pudo haber tomado la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.

Ayudarles en esa búsqueda, muy dolorosa para quien ha tenido la desdicha de haber perdido a un ser querido, con el ingrediente de la incertidumbre de no saber si se encuentra vivo o muerto, y en un caso extremo, no tener un lugar dónde llevarle flores o una veladora donde descansen sus restos, es un gesto de gran humanismo y sensibilidad de la mandataria estatal.

Pero también es parte de esa búsqueda de procurar justicia a los directamente interesados, siguiendo sin duda el ejemplo del presidente Andrés Manuel López Obrador aplicado a los programas sociales, que se entregan a los beneficiados, sin intromisión de intermediarios que antes lucraban con ellos.

En esta estrategia, no sería mala idea que dentro de la narrativa oficial se evitara el uso de los términos «estudiantes» o «normalistas», y no es porque el lugar de los hechos donde desaparecieron se encuentre a casi 300 kilometros de la escuela normal en donde supuestamente estudiaban, sino por el lucro de aquellos que utilizan esa condición para vandalizar, generar violencia, incluso terror, robando y saqueando con toda impunidad, algo que seguramente la mayoría de los padres de los 43 no aprueba.

La situación de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y en lo que la han convertido quienes la controlan, con todo el historial delictivo que traen a cuestas, es un tema aparte.

Los padres, madres y familiares de los jóvenes desaparecidos quieren saber qué fue de sus hijos, a ellos sí les interesa encontrarlos vivos o muertos, no como una falsa consigna para exigir prebendas, justificar desmanes o presionar políticamente, sino como una forma de encontrar paz en sus corazones.

A eso y a ellos les está apostando Evelyn Salgado, dándoles el acompañamiento, el apoyo y la solidaridad ante este lamentable hecho que, por cierto, no hay que olvidar que ocurrió hace ya diez largos años, cuando muchos de los que hoy vandalizan o son utilizados para generar violencia en nombre de los 43, todavía no terminaban ni siquiera la primaria.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *