Chicotazos

  • El gobierno del cambio

Por Francisco Javier Flores V.

A menos de un mes de que concluya el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, que será el último minuto de septiembre, es increíble que los opositores no entiendan la profundidad del movimiento que encabeza, el que en su momento fue un proyecto alternativo de nación que derivó en la Cuarta Transformación del país.

México ya había conocido la alternancia en el poder con los gobiernos panistas, que les tocó administrar los recursos de la nación de manera continua durante dos sexenios, pero no el cambio que muchos esperábamos experimentar. Al final resultaron siendo pan con lo mismo.

En estos cinco años once meses, López Obrador ha demostrado que sí se puede gobernar con un estilo diferente, y que la frase de “primero los pobres” no ha sido un simple eslogan, sino una realidad que solamente la entienden quienes hoy disfrutan lo que antes se les negaba, mayoritariamente los grupos vulnerables.

Es decir, se trataba de un cambio, un viraje de 180 grados. Es hasta ridículo pretender que las cosas siguieran haciéndose igual que en el pasado.

Algunas instituciones emanadas de los llamados “gobiernos de la revolución” se mantienen y se hacen esfuerzos por rescatar su esencia, por reencauzarlas para los fines que fueron creadas.

Otras tuvieron que desaparecer, ser desmanteladas en su estructura al encontrarse infectadas de ese cáncer que lacera a muchas de ellas y en general a todo el sistema político mexicano, como lo es la corrupción.

En el camino, es cierto, se han cometido errores, algunas cosas no han salido como se tenía planeado, pero es parte del proceso. Todo se puede ir mejorando, perfeccionando.

El 1 de octubre comenzará una nueva etapa de la 4T con la nueva presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Los opositores argumentan que López Obrador seguirá siendo quien tome las grandes decisiones, lo cual es un disparate y una forma muy grosera de restar mérito a la preparación y capacidades de quien será la primera mujer que gobernará México.

Que no se les olvide, se trata de la continuación de un proyecto de gobierno al que la nueva mandataria le dará seguimiento, pero con su estilo personal, tomando sus propias decisiones, en busca de consolidar eso que López Obrador inició y que a muchos, a millones de mexicanos, les ha abierto las puertas a mejores condiciones de vida.

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