De Café Astoria a El Nopal de Chivis

  • Pide propietario del nuevo restaurante que lo dejen trabajar y cese el acoso

Redacción

Bajo una nueva administración y diferentes concepto y nombre, el local de lo que fuera el emblemático Café Astoria de Acapulco ha vuelto a abrir sus puertas a los comensales que gustan de las delicias culinarias.

De la mano del señor Sergio Radilla Pano, todo el sabor del negocio conocido como Los Nopalitos, restaurante de gran tradición que se ubicaba en Calle de la Paz, a un costado del
Zócalo de la Ciudad, se trasladó al establecimiento que ocupaba el Café Astoria, a un costado de la catedral, junto a las escaleras que conducen al antiguo Ayuntamiento.

Con el nombre de El Nopal de Chivis, este lugar espera conjuntar tradición y buena comida para contribuir con el resurgimiento de Acapulco, luego de la devastación causada por el huracán Otis, principal culpable de que El Nopalito cerrara sus puertas.

Es el propio Don Sergio que nos cuenta parte de esta historia:

“El motivo del cambio fue a raíz del huracán Otis; donde estábamos rentando, en Calle de la Paz, a un lado de la (estación de) radio, quedó deshecho el edificio, destruido completamente, entonces los propietarios pues prefieren vender tal como está, a repararlo.

Nos dieron 15 días para desocupar el lugar, de ahí que buscamos y encontramos este lugar, conocido, que hace unos 15 años más o menos se llamaba Café Astoria. Esta esquina también estaba muy destruida, nos costó un rollo repararla, pero gracias a Dios ya estamos aquí, llegamos a un acuerdo con los propietarios y aquí estamos”.

El señor Radilla asegura que el cambio les favoreció; “estamos mejor aquí y la idea es estar mucho tiempo”.

Entusiasmado, recuerda tiempos ya idos, cuando en pleno auge del Café Astoria se realizaban ahí las conferencias de prensa, y que el personal del Ayuntamiento bajaba a tomar el café u ocupaban el lugar como oficina “para arreglar sus problemas”.

PROBLEMA DE VISIBILIDAD

Actualmente, El Nopal de Chivis poco a poco se va haciendo de clientela, con todo y que han encontrado algunas trabas para su funcionamiento.

Uno de ellos es que, según dijo, el Ayuntamiento no le permite colocar el anuncio del restaurant “que tiene que estar a la vista del público y la clientela que nos visita, porque si te paras allá en el Zócalo no se alcanza a ver el letrero; el argumento es que al edificio le corresponde la fachada y el pasillo al Ayuntamiento”.

El propietario de El Nopal de Chivis hace un llamado a la autoridad municipal “que nos diera chance de poner el anuncio ahí, para que tenga vista. Estamos en pleno Zócalo, en el otro local ya teníamos nuestra clientela y sabemos que la gente nos sigue buscando”.

Pide “que nos permitan trabajar bien, que no nos acosen tanto porque desde que abrimos viene uno, viene otro, viene otro (inspectores); nosotros sabemos respetar las leyes y todo, nos gusta trabajar duro”, finalizó. (Con información y fotos de Bernandino Hernández Hernández).

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