- Chucho Parra, ¿al PRI?
LO DECÍAMOS. EN MEDIO DE LA DEBACLE, y la tragedia en la que se encuentra el PRI, el otrora poderoso partido, creador de instituciones y de la modernización del país, del desarrollo y de la gobernabilidad democrática, decíamos, “no todo está perdido”, pues “aunque pocos, hay priístas que tienen visión de partido. Son honestos, y aún confían en que pueden hacer que el partido vuelva a sus orígenes. Tienen fe, compromiso, y convicción de servicio”.
Son pocos, porque la mayoría, la gran mayoría de priístas, o no saben qué hacer, o están esperando una oportunidad de quienes tienen secuestrado a ese partido. En Guerrero, al menos en Guerrero, los hay, y me refiero a esa nueva camada de priístas que han picado piedra, que vienen desde abajo, que han hecho trabajo, y que incluso en la adversidad, han dado resultados.
Allí está por ejemplo Jesús “Chucho” Parra García, quién hasta antes de ser alcalde de Chilapa, ni siquiera querían darle una regiduría. No obstante, no solamente fue una vez edil, cuando nadie quería la candidatura, sino que lo fue dos veces, y lo que es mejor, haciendo un buen papel, siendo elegido posteriormente diputado al Congreso del estado, en donde también, por su trabajo, ha sido reelegido en el cargo.
Es decir, pese a todo, y aunque son pocos, aún hay esperanza en ese partido, y en este sentido, Chucho Parra podría, si lo dejaran quienes se han adueñado del PRI, dirigirlo con buen tino. Tiene visión de partido, compromiso y proyecto de gobierno. Como pocos políticos, es sencillo, amable y solidario, y en consecuencia, “conecta al instante con la gente”.
Así lo dicen, así lo describen quienes lo conocen, incluyendo por supuesto los chilapenses. Tiene, además, probado compromiso, y lo que es mejor, con hechos concretos. Y más aún, es de los pocos priístas que tiene una clara visión de lo que debe ser el nuevo PRI.
Y es que el PRI, ya lo hemos dicho, si no se renueva, si no se reinventa, si no se reestructura, corre el riesgo de desaparecer. Los raquíticos resultados obtenidos en la elección del pasado 2 de junio, así lo dicen. Hoy más que nunca, el tricolor necesita, además, reencontrarse con su militancia y una nueva forma de hacer política. Es, más que urgente…
Por supuesto, con rostros nuevos, con gente nueva, con cuadros frescos. Sólo así, indudablemente, puede salir del bache en el que se encuentra.
Hay que decirlo. Sería un error “reinventar”, “refundar” o reestructurar al PRI con los mismos de siempre, con los mismos que lo han llevado a la debacle, al estado en el que se encuentra. No por nada, antes y durante el proceso electoral, muchos cuadros importantes, renunciaron a él.
En fin. Jesús Parra García, exdirigente juvenil, dos veces presidente municipal, y elegido por un segundo periodo como diputado local, bien podría dirigir un partido que de no inyectarle sangre joven, en el 27 podría ser su última elección. Allí están los resultados electorales, tanto para presidente de la República, Senadores, Diputados federales, diputados locales y ayuntamientos municipales.
Claro. También hay otros nuevos cuadros del tricolor. El todavía diputado federal y exsecretario de Obras Públicas del gobierno estatal, Rafael Navarrete Quezada, es otro de ellos, al igual que Bonifacio Montúfar Mendoza, exfuncionario estatal y federal y Gerardo Lara Villa, excandidato a diputado federal, entre otros. Allí está también el presidente municipal de Tlapa, Gilberto Solano Arreaga, exsecretario de Asuntos Indígenas, también del gobierno del estado.
Hay otros más, por supuesto, que sacarían al tricolor, incluso de la podredumbre en la que se encuentra. La pregunta es si quiénes tienen secuestrado al PRI, ¿lo van a permitir?
Quiero ver, dijo el ciego…
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