- Nuevo mercado, viejas irregularidades
Por Francisco Javier Flores V.
La inauguración este martes del nuevo Mercado Vacacional, ubicado frente a la Central de Abastos Caudillo del Sur Emiliano Zapata, debería ser el inicio de la dignificación de toda esa área que se encuentra convertida en un muladar.
Una rápida mirada desde donde actualmente se ubica el reluciente edificio que ayer fue entregado por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, permite a los visitantes observar un panorama deprimente respecto a las condiciones en que cientos de comerciantes ofertan en esa zona su mercancía, mucha de ella comestible.
Aguas negras pestilentes a flor de tierra, coladeras del drenaje abiertas, polvo, basura, hacinamiento, congestionamiento vehicular por autos estacionados de manera indebida, desorden en la ubicación de los vendedores semifijos que se han adueñado de las banquetas y un sinfín de irregularidades más dan la bienvenida a los marchantes.
Si se respeta el espacio de estacionamiento para lo que es y los locatarios cuidan la higiene y el orden dentro de los locales y pasillos, combinado con precios justos y razonables, el nuevo mercado podría convertirse en una isla comercial que atraiga a los miles de clientes que a diario acuden a surtirse de mercancía a ese lugar.
La reubicación de los comerciantes establecidos a lo largo de ambas aceras y el propio arroyo vehicular de la Avenida del Quemado debería ser el siguiente paso y ojalá que desde el Gobierno Municipal exista la capacidad de comenzar a poner orden en esa zona, pero sobre todo la voluntad política para hacerlo.
Ahí es donde debe demostrarse ese amor que quienes gobiernan actualmente el municipio dicen tenerle a Acapulco. Podrían comenzar con eso, y seguir con las inmediaciones del Mercado Central que en materia de insalubridad y desorden no canta mal las rancheras.