Bajo Fuego

  • Juego sucio

Por José Antonio Rivera Rosales

Al conocerse las cifras finales del conteo de votos, también salieron a la luz indicios del juego sucio en que incurrieron algunos grupos, dentro de los partidos políticos, que buscaron el triunfo o pretendieron descarrilar a otros candidatos que no resultaron de su agrado.
Después de contabilizar los votos en el Distrito 9 -uno de los siete distritos locales en que está dividido Acapulco- salió a relucir un dato curioso: el candidato oficial morenista Joaquín Badillo Escamilla obtuvo 20 mil votos que le permitieron ganar ese distrito.
Lo que llama la atención es que ese distrito es el único donde no hubo coalición entre Morena-PT-PVEM.
Es decir, Badillo compitió en solitario, sin la alianza que permitió tantos triunfos a Morena en todo el país.
Por contraparte, los supuestos aliados de Morena -el PT y el PVEM- compitieron por su cuenta llevando candidatos propios.
Aún así, Badillo alcanzó los 20 mil votos citados, contra los 9 mil votos logrados por la candidata del partido verde y los 2 mil del Partido del Trabajo. El candidato de la coalición PRI-PAN-PRD logró apenas 3 mil votos.
¿Dónde está lo raro?
Primero resulta un hecho extraordinario que Badillo haya logrado una cuantía de votos suficientes para superar holgadamente a sus competidores, pero sobre todo porque fue el único distrito donde no hubo alianza con los partidos que han acompañado a Morena.
Eso habría que preguntarle a Jacinto González Varona: por qué en el distrito 9 no hubo coalición de Morena con el PT y el PVEM. Eso es algo muy extraño, tan así que la dirigencia que encabeza González Varona debiera explicar.
¿Por qué decimos que es algo muy extraño?
Pues porque si comparamos con el proceso electoral de 2021, durante la elección para presidente municipal el Verde apenas sacó 4 mil votos en todo el municipio. ¿Y ahora saca 9 mil votos en un distrito? Por favor…
Esa correlación de datos nos permite inferir que en el proceso electoral del 2 de junio anterior, hubo alguna maquinación para hacer ganar al PVEM en ese distrito, con el fin ultimo de hacer perder a Jacko Badillo. Es decir, sacarlo de la jugada.
Según trascendidos confiables, la dirigencia de Morena canalizó votos a ese distrito con el fin de sacar a Badillo de la jugada política con miras en el futuro cercano, es decir, el próximo relevo municipal.
La estructura morenista, incluidos algunos próceres ligados a Abelina Lopez, canalizaron una cargada de votos en favor del PVEM para hacer ganar a la candidata de ese partido, que era la comisaria de Dos Arroyos, uno de los pueblos de la llamada Ruta del Sol, que son las comunidades aglutinadas sobre la carretera México-Acapulco. A este enjuague se prestó González Varona.
Pero las cosas no les resultaron. A pesar de competir en solitario, Badillo les ganó en caudal de votos y simpatías a quienes conspiraron, lo que desde ahora anticipa un escenario posible para el relevo municipal en 2027.
Claro que desde ya se están perfilando quienes competirán para acceder al poder formal ese año no tan lejano, en el que se disputará la gubernatura, las alcaldías y, de nuevo, el Congreso del estado.
Si lo que dijo Félix Salgado es cierto, entonces asistimos verdaderamente a un relevo generacional que permitirá inyectar sangre nueva al ejercicio del poder. Lo que implica decir adios a todos los viejos cacicazgos políticos que marcaron una pauta histórica en el estado de Guerrero, pero también cometieron actos de represión, abusos y corrupción.
Ante reporteros, Félix dijo que ya no buscará la gubernatura en 2027. Si esta postura se correponde con la realidad, resultará interesante conocer los perfiles de quienes aspiran a ocupar cargos decisivos en el ejercicio del poder.
Pero es un tema que trataremos para otra ocasión.

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