- Guerrero, gobierno diferente
Por Francisco Javier Flores V.
Cuando a principios de los noventa el entonces candidato del PRI a la gubernatura, Rubén Figueroa Alcocer, cerró campaña en Chilpancingo, el orador principal, el que culminó el acto con un vibrante discurso, fue nada más y nada menos que el gobernador en funciones y compañero de partido del candidato, José Francisco Ruiz Massieu.
Así se estilaba en esos tiempos, la ley electoral lo permitía, como incluso lo permite hoy en día.
La gobernadora Evelyn Salgado Pineda podría asistir a los actos de campaña de su partido previa solicitud de un permiso sin goce de sueldo, con la diferencia de que quien gobierna ahora no solamente se ajusta a lo que marca la legalidad, sino que agregando un ingrediente ético y moral, decidió no inmiscuirse de ninguna manera en el proceso electoral.
La mandataria estatal sigue poniendo el ejemplo a sus antecesores, como lo ha hecho de diferentes maneras.
La hemos visto cómo ha lidiado con problemas a los que en administraciones anteriores los gobernadores ni siquiera se atrevían a tocar, y ahí está el caso de los maestros cetegistas a los que personalmente salió a atender al sitio donde se encontraban manifestándose.
Como la orden de ya no permitir a los ayotzinapos hacer negocio con la toma de las casetas de cobro en la Autopista del Sol.
La desactivación de bloqueos carreteros utilizando la fuerza pública que para eso es, claro siempre bajo los parámetros que la misma ley le permite, es decir con respeto a los derechos humanos y cuidando la integridad física de las personas. Pero lo ha hecho, se ha atrevido.
Y qué decir de un tema que durante décadas fue una demanda sentida, la del reconocimiento de la Sierra como Octava Región económica, que sólo hasta este gobierno pudo hacerse realidad.
En su mensaje difundido en redes sociales anunciando el inicio de la veda electoral, Evelyn Salgado dejó en claro no solamente la prohibición de cualquier propaganda proselitista por parte de partidos y candidatos, sino también por parte del gobierno dio a conocer la limitación de sus actividades y lo que se puede informar a través de los medios de comunicación.
Eso sí, sin dejar de invitar a los ciudadanos en general a participar en la gran fiesta cívica y democrática que debe ser la jornada electoral del domingo, la gobernadora hizo énfasis en que no se detienen las actividades normales de la administración estatal en beneficio de los guerrerenses, sino que su gobierno, desde el primer minuto del 30 de mayo, ha modificado el contenido de sus redes sociales y dejado de informar sobre sus acciones.
Es decir, la gobernadora no deja de trabajar, sigue atendiendo todas sus responsabilidades, pero observando en todo momento la ley electoral y a la vez garantizando la equidad en la contienda.
No sucumbió Evelyn Salgado a ese gusanito partidista que suele inquietar o de plano vencer a los gobernantes que luego vemos asistiendo a actos de campaña o apoyando a sus compañeros de partido. Esa es la gran diferencia.